Las pensiones SÍ pueden salvarse

Muerte a las pensiones

Como bien saben ustedes, últimamente expertos de toda condición se esmeran en hacer cuentas y más cuentas para asegurar el futuro de las pensiones. A fecha de hoy, para más información, dicen los que hacen los números, que el sistema les cuadraría si quitaran las dos pagas extras que cobran los pensionistas, y ya, a algún presidente del gobierno, se le ha escapado algo entre seseos, mientras asesores y palmeros corrían desaforados a cubrir el tema con un tupido velo.

La cuestión es, que de los impuestos que pagamos a la seguridad social, una parte se destina, no a ser acumulada para pagar nuestra pensión en el futuro, sino a pagar las pensiones de nuestros mayores hoy, y como para empezar, cada vez vivimos más, para seguir, cada vez tenemos menos hijos, y para rematar, no parece que el mercado laboral esté muy boyante, se hace complicado que los chavales de hoy, ganen suficiente como para pagar las pensiones del mañana.

Además, por si éramos pocos, el extraño simposio de banca y aseguradoras, de cuyo poder e influencia políticas sobra hablar, hace saliva pensando en el suculento plato que desfila ante sus ojos, ofreciéndonos con ávido interés guardarnos el dinero para el futuro,(fondos de ahorro o de pensiones) a cambio de tales y cuáles condiciones, no en vano, el miedo es muchas veces, la gasolina del sistema financiero.

Nos lo van a explicar hasta que lo adoptemos como propio; inexorable fin de las pensiones, que se traduce, en eliminar progresivamente la renta de los jubilados, y así, progresivamente, todos los que no hayan apostado por un sistema privado y redentor, sufrirán el hambre cuando alcancen la tercera edad.

Esto es lo que usted seguramente ya sabe, ahora vamos a contar lo que usted igual no sabe.

Estamos hablando de dejar a una capa de la población sin ingresos, porque las generaciones que vienen detrás no ganan suficiente como para pagar las pensiones de sus mayores, pero lo que nadie explica es que el dinero se puede fabricar, de hecho, ya se está fabricando, pero en lugar de dárselo a los pensionistas, se le está dando a la banca, y a las grandes multinacionales.

Lo que tampoco le va a explicar nadie, es el golpe que está asestando la banca privada, que por un lado se va a quedar con las pensiones y por otro...

El fin del dinero:

Todos ustedes han visto por televisión los anuncios que bombardean el imaginario popular con la -cómo no- fantástica idea de pagar las compras, a los amigos, y las pequeñas cosas - como decía el eslogan de cierta entidad de crédito- a través del teléfono móvil, y ya, por si quedaban dudas, algún banco, dando un paso más en su propaganda, nos decía que eso del dinero era cosa del pasado.

En breve, los billetes de cercanías irán con una suerte de tarjeta monedero de la que se descontará el precio de cada viaje. Si han probado a viajar en las últimas semanas, la máquina donde habitualmente usted introduce las monedas, ya le pregunta por la tarjeta.

Sí, es el fin del dinero físico, y el comienzo de un futuro arrollador, en el que el dinero, por si no lo sabíamos todavía, será más que nunca una simple suma de unos y ceros en una base de datos, metida en algún ordenador; un triste resumen económico, de toda una vida de trabajo (la de usted).

Podrían contarnos que con esto, se pretende acabar con el dinero en B, aunque a nadie se le escapa, que lo primero y fundamental, será que todo el dinero que todas las personas tienen en casa o el monedero, pasará a estar ubicado en las cuentas del banco; otro suculento plato para el sector financiero, a buen seguro conocedor, de que la mayor parte de la evasión fiscal (Según el Sindicato de Técnicos de Hacienda) se hace mediante entramados societarios y paraísos fiscales.

Todo esto, se lo cuento para explicar, que el dinero, que en su mayoría ya es digital, será en el futuro, digital por completo, totalmente en manos de las entidades de crédito, y que por si usted no se había fijado, fabricarlo, es tan sencillo como cambiar un número en un ordenador.

El Banco Central Europeo, (responsable de fabricar los euros) está fabricando dinero desde 2012, regalando parte de ese dinero a las grandes multinacionales europeas, comprando bonos de deuda a interés negativo, entre otras, a telefónica. Vamos a explicarlo:

El BCE, fabrica 1 millón de euros (por poner un ejemplo), y se lo deja a telefónica, y cuánto más tarda telefónica en devolver el dinero, menos tiene que devolver (Interés negativo).

Usted pide un crédito, y el cobran un 2% (por ejemplo) de interés, así es que, cuántos más años tarda en devolver el crédito, más paga de intereses. Pues imagíneselo al revés, con el interés en negativo, cuánto más tarda en devolver el dinero, menos dinero tiene que devolver.

Las pensiones, un asesinato preconcebido

Los economistas expertos, asegurando que hay que reducir las pensiones, pondrían el grito en el cielo, invocando el apocalipsis, si el BCE fabricara dinero para los pensionistas, alegando que al haber más dinero en circulación, se dispararía la inflación. Jamás aceptarían que el BCE hiciera con los pensionistas lo que ha hecho con la banca y con las multinacionales.

Lo que no explican esos profetas de lo ajeno, es que no habría más dinero en circulación. Simplemente, la renta que dejan de percibir los jubilados,- porque la gente joven no gana suficiente- puede salir del BCE, manteniendo así el nivel de ingresos de los jubilados/pensionistas exactamente igual que ahora.

En realidad, a nadie se le escapa la vinculación de esos expertos con el sector privado financiero, dueño de fondos de pensiones y productos de ahorro. No se dejen engañar, lo que estos días vemos, es un golpe contra las economías domésticas, es el control total de la sociedad, es una dictadura, cada vez, menos encubierta.

La próxima vez que le hablen de pensiones, recuerde: Sí se puede, pero no quieren.