Durante la presentación del informe sobre 'Salud y Género', la ministra destacó el hecho de que más del 80 por ciento de los encuestados por el CIS hayan respondido que la ley antitabaco es buena para la salud, así como el hecho de que el 83 por ciento de los encuestados no quieren que sus hijos se conviertan en fumadores habituales.
En su opinión, este último dato es "muy significativo porque reconoce que se trata de una adicción".
Salgado insistió en que la ley no se ha hecho para que las personas dejen de fumar, aunque reconoció que el hecho de que esté prohibido hacerlo en determinados ámbitos ha podido ayudar a muchos a dejar el tabaco, así como su propia voluntad.