'Supernadal' no sólo ha vuelto, como viene demostrando desde que comenzó el que puede ser su 'annus mirabilis', sino que se mantiene y, tras derrotar en tres sets con relativa facilidad y sin pasar apuros a Raonic -actual número tres- (6-4, 7-6(7) y 6-4), ya está en las semifinales del primer grande: Australia.
No era el favorito Nadal ante un enemigo tan duro como Milos Raonic, que ahora mismo no sólo es el máximo emergente de la nueva generación sino el tercero del mundo tras Federer y Djokovic, que buscaba su primera semifinal. Pero el que se ha metido en el penúltimo puerto antes del título ha sido el español, disfrazado como en sus mejores tiempos de 'Supernadal'.
Con enorme firmeza en su saque y en los restos, aparte, claro, de su capacidad de lucha para llegar a todas las bolas, el balear ya se apuntó el primer set con relativa facilidad (6-4), para pelear de nuevo al máximo en el segundo, cuando Raonic reaccionó, aunque no lo suficiente para ganarlo pero sí para llegar a la muerte súbita , en la que Nadal volvió a superarle (7-6 (7).
En vez de acusar el desgaste físico, Nadal recuperó su mejor versión de nuevo en el tercero, en el que Raonic intentó por todos los medios romperle el servicio sin conseguirlo, por lo que Nadal con tranquilidad sí lo logró y aprovechó su primera bola de set y de partido para cerrarlo (6-4) después de dos horas y tres cuartos, y celebrarlo con grandes gestos de alegría sobre la histórica pista australiana.
Ahora, un día de descanso para jugarse el paso a la finalísima el viernes frente al búlgaro Grigor Dimitrov (15º del mundo), que en su partido de cuartos venció también con facilidad a David Goffin (6-3, 6-2 y 6-4). La otra semifinal la jugarán los suizos Federer -que también ha resucitado deportivamente- y Wawrinka.
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