La crisis de resultados del Madrid desvela otro problema: Morata, engañado, se quiere ir

Los malos resultados que el Real Madrid está cosechando este año recién empezado tras romperse la mágica racha de 40 partidos invictos están desatando una crisis deportiva en el equipo. Algo que ya vivió el conjunto blanco hace dos años, tras ganar la Décima con Ancelotti: pese a iniciar bien la siguiente temporada, en enero se desmoronó el proyecto y la espiral de derrotas llevó a un año sin títulos. Ahora se pretendía evitar esto en el Madrid, pero los de Zidane no están gestionando bien sus emociones tras caer en Sevilla y perder la increíble racha de partidos sin perder.

Caer en la Copa frente al Celta en cuartos de final ha terminado por confirmar el mal momento por el que pasan los blancos, sobre todo con mala suerte y muchos lesionados, y los nervios habrían terminado por acabar con la moral y la paciencia de un jugador que antes se percibía como imprescindible en la plantilla. Hablamos de Álvaro Morata, rescatado el pasado verano desde la Juventus con el objetivo de tener al futuro delantero del equipo para los próximos años.

Pero el madrileño está harto de calentar silla en el banquillo y ser el suplente eterno de Benzema, incluso de quedarse sin salir de titular cuando hay bajas, como la de Gareth Bale, hace ya meses. El partido en Vigo fue la gota que colmó el vaso para Morata, ya que aunque el Madrid planteaba el partido de manera muy ofensiva porque había que remontar el 1-2 de la ida, Zidane prefirió dar paso a Asensio y otros compañeros antes que a él.

Según desvela la Cadena SER, Morata ya ha dicho a su agente que le busque equipo de cara a la próxima temporada, aunque parece que se descarta el rumor de que podría salir en este mercado de invierno a Inglaterra, ya que es deseado por Arsenal y Chelsea.

Morata se siente engañado porque, como es sabido por todos, el Madrid tenía la intención de recuperarle ejerciendo su opción de recompra ante la demanda en el mercado del delantero juventino. Media Europa le quería en sus equipos, pero él optó por el equipo de sus amores porque Zidane le habría prometido tener un papel destacado, pidiéndole que rechazara otras ofertas. Morata se fió y prefirió quedarse en Madrid, pero siente que ha perdido el tiempo y que no tiene espacio en la entidad de Chamartín.