No ha habido modo de negociar la llegada del ucraniano Roman Zozulya al Rayo Vallecano. Los ultras del equipo vallecano, los Bukaneros, atendieron al representante del futbolista, pero le confirmaron el boicot a que pueda jugar en el club madrileño. Un caso sin precedentes donde los hinchas de un equipo español han tenido la última palabra sobre un fichaje en el fútbol nacional. Sin embargo, el caso ha despertado más simpatías y aplausos hacia los Bukaneros que críticas, aunque las insticiones han condenado su actitud.
El agente de Zozulya, José Lorenzo, desveló en 'El Transistor' de Onda Cero, el nuevo programa de José Ramón de la Morena, que mantuvieron una conversación entre la parte del futbolista y la de los ultras rayistas, tras la cual éstos dejaron claro que no van a dar su brazo a torcer: "He hablado con Bukaneros y no van a cambiar de opinión".
Hace una semana, los Bukaneros avisaron a la directiva de Rayo con una pancarta muy contundente: "Vallekas no es lugar para nazis. Presa, para ti tampoco. Vete ya". Raúl Martín Presa, el presidente del Rayo, cedió a las presiones y en un sólo día desactivó la cesión de Zozulya, quien tuvo que volver a su club, el Betis, donde ya no puede jugar por haber estado inscrito en 3 clubes a la vez esta temporada.
Zozulya fue acusado de pertenecer a un grupo simpatizante con la extrema derecha, lo cual él ya aclaró que se trataba de un maltentendido por una camiseta que llevaba puesta al llegar a Sevilla. Un medio quiso dar la noticia del año y publicó que era un activista de ultraderecha, aunque él lo aclaró, como informa este jueves el diario 'El País': "Llegué al aeropuerto de Sevilla con una camiseta con el escudo de mi país y unos versos del poeta Taras Shevchenko, estudiado en todas las escuelas de la Unión Soviética. Un periodista publicó que traía una camiseta de un grupo paramilitar que se distingue del escudo de mi país porque lleva una espada de gran tamaño (...) Nunca he estado vinculado a ningún grupo neonazi ni paramilitar".
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