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El punto G y las mejores posturas sexuales para estimularlo

Lo recomendable es que cada mujer pueda aventurarse a investigar libremente
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Lo recomendable es que cada mujer pueda aventurarse a investigar libremente (Foto: Berzin / Pixabay)
lunes 12 de junio de 2023, 17:46h

Hemos oído hablar y se ha escrito mucho sobre el punto G, o punto de Grafenberg, médico alemán que lo descubrió en los años 50 del pasado siglo. Está situado en la pared anterior de la vagina, enfrente el hueso púbico y cercano a la uretra. El punto G suele ser del tamaño de una habichuela cuando no se ha estimulado y su tacto es de consistencia diferente al tejido de alrededor. Según las investigaciones y el testimonio de varias mujeres, es especialmente sensible a la estimulación sexual. Cuando se le estimula, aumenta de tamaño y hace que las mujeres experimenten sensaciones de placer, incluso orgasmos continuados.

Para estimular el punto G se introduce un dedo en el interior de la vagina y se toca su pared anterior a la altura del hueso del pubis. También se puede acariciar desde el monte de Venus, por fuera, por encima del mismo hueso. En algunas mujeres el contacto al principio puede ser incómodo y provocar ganas de orinar, pero otras comunican que, al seguir con la estimulación, segregan un líquido especial que se vierte por la vagina o por la uretra.

Los investigadores Masters y Jhonson no aportan una demostración concluyente de la existencia del punto G, en todas las mujeres. Lo recomendable es seguir investigando para concluir si elpunto G es una zona anatómica diferenciada en la vagina de todas las mujeres, si es algo concreto en la sensibilidad del tercio inferior de la vagina o si es un tejido especial y sensible que sólo algunas mujeres tienen.

Lo recomendable es que cada mujer pueda aventurarse a investigar libremente en sus órganos genitales y obtener sus propias conclusiones sin esperar a las opiniones de los expertos. También podra investigar, jugar y gozar, si no lo ha hecho antes con un órgano sexual, patrimonio de todas las mujeres, el clítoris, cuya exquisita sensibilidad no está sujeta a controversia alguna.

Un profesor de anatomía de la universidad de Padua, Mateo Renaldo Colombo, en pleno siglo XVI presumía de haber sido el primero en descubrir y nombrar el clítoris en la anatomía femenina, en concreto en la de su mecenas doña Inés de Torremolinos. Él definió el clítoris como el "amor o la dulzura de Venus y algo tan bello, hecho con tanto arte, y tan buen fin" Cierto: el clítoris es un órgano singular en el cuerpo de las mujeres dotado de una sensibilidad exquisita cuyo fin central y cuya función es el placer, iniciando y aumentando los niveles de tensión sexual. El clítoris manifiesta la capacidad erótica de las mujeres, al margen del carácter más receptivo de la vagina.

En él hay dos cuerpos cavernosos que funcionan como los del pene. La parte homóloga del bulbo esponjo son los bulbos vesticulares que se sitúan a ambos lados del vestículo vaginal. Estas estructuras profundas del clítoris constituyen un denso plexo venoso. Y el diminuto glande del clítoris es su zona más sensible, en la que termina un red tupida de finísimas fibras nerviosas que ponen en marcha el ciclo sexual hasta el orgasmo.

5 posturas para que encuentres el punto G a la primera

Encontrar el punto G tu misma es sencillo pero hacerlo durante la penetración será más complicado. Aquí te cuento una serie de posturas del Kamasutra en las que es más fácil que el pene pueda estimularlo durante el coito.

  • El loto invertido
  • El perrito
  • Las ranas o la balanza
  • La cuchara
  • El Yunque

Te resultarán más intensas y placenteras y se convertirán en tus favoritas.

El loto invertido Es una variante del clásico misionero. La mujer eleva la pelvis y coloca los pies sobre los hombros de su compañero con las rodillas dobladas. Cuanto más eleves la pelvis la penetración será más profunda y más vas a estimular el punto G. Un truco si te cansas mucho, coloca dos almohadas debajo de tus nalgas para que la pelvis se eleve más sin que te canses.

El perrito Esta es una conocida postura, en la que te pones a cuatro patas en la cama y tu pareja te penetra desde atrás. Permite controlar el grado de penetración en todo momento y él te puede acariciar el clítoris con una mano. Esta postura también se puede hacer tumbados aunque la estimulación del clítoris es más difícil.

Las ranas o la balanza El hombre se sienta en una silla o en el borde de la cama, con los pies apoyados en el suelo. Tus pies apoyados en el suelo también dándole la espalda o si eres ágil sobre la cama o la silla con las rodillas dobladas. Ella controla lo que ocurre en cada momento.


La cuchara Igual que os abrazáis antes de dormiros. Él se sitúa detrás de ella y los dos os tumbáis de lado lo que facilita la estimulación del punto G y del clítoris. Y no se requiere un gran esfuerzo físico.

El yunque El hombre se pone de rodillas sobre la cama, mientras que la mujer está tumbada bocaarriba y eleva la pelvis apoyando todo el peso sobre los hombros y las plantas de los pies. Él la coge por la cintura. A sí el pene puede estimular la parte anterior de la vagina, justo donde se encuentra el punto G. ( Por qúe los hombres no se atreven a descubrir su punto G )

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