El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró ayer que se plantea firmar un decreto "totalmente nuevo" sobre inmigración tras el bloqueo de los tribunales a su veto migratorio. "Necesitamos ser rápidos, por razones de seguridad", dijo y anunció nuevas "órdenes ejecutivas que mantendrán al país seguro ante el terrorismo". "Ganaremos esa batalla. Nos va a llevar tiempo por cómo funciona el sistema, pero ganaremos esa batalla", proclamó.
Trump recibió ayer en la Casa Blanca al primer ministro japonés, Shinzo Abe, y se enorgulleció de su "muy buena relación" y su "gran amistad". Afirmó que Japón es "un aliado importante y firme" y expresó el compromiso de su Administración de "estrechar aún más ese vínculo". "Estamos comprometidos con la seguridad de Japón y de todas las áreas bajo su control administrativo", dijo Trump. En un comunicado conjunto confirmaron que este compromiso incluye las islas Senkaku, reclamadas por China. "La alianza entre Estados Unidos y Japón es la piedra angular de la paz y estabilidad en el Pacífico. Es importante para nuestra alianza invertir fuertemente en reforzar las capacidades de defensa. Bajo nuestro liderazgo más fuerte, con el tiempo seremos impenetrables", afirmó el presidente estadounidense.
Por su parte, la Casa Blanca informó de que Trump y el presidente chino, Xi Jinping, mantuvieron una "larga conversación" la noche del jueves. "A petición del presidente Xi, el presidente Trump estuvo de acuerdo con respetar la política de una sola China", aclaró la Casa Blanca, tras la tensión provocada por las críticas de Trump a esta política tras hablar con la presidenta de Taiwan en diciembre.
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