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Dudas en uso de medicamentos habituales: ibuprofeno, paracetamol, Nolotil, Aspirina, Frenadol...
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(Foto: EP)

Dudas en uso de medicamentos habituales: ibuprofeno, paracetamol, Nolotil, Aspirina, Frenadol...

lunes 13 de febrero de 2017, 13:30h

Cada otoño y cada invierno ocurre lo mismo: nos golpea el resfriado y es momento de echar mano de los medicamentos que nos alivien los síntomas hasta que superemos la infección. Los más habituales son el ibuprofeno y el paracetamol (los principios activos que pueden tener nombre comercial si el laboratorio lo quiere, como es el caso del Gelocatil).

También hacen su aparición la Aspirina y el Frenadol. Pero otra cosa es que tengamos otro problema: dolores. En caso de los dolores de cabeza o cefaleas solemos usar los mencionados ibuprofeno y paracetamol, pero también el ácido acetilsalicílico (Aspirina) y el Nolotil.

¿En cuáles nos equivocamos al usarlos? ¿Estamos empleando bien estos medicamentos? ¿Son perjudiciales para nuestro organismo? A todas estas preguntas les resopndemos a continuación.

Ibuprofeno

La Sociedad Española de la Farmacogenética y Farmacogenómica ha alertado por la gran cantidad de ibuprofeno que se consume a diario en el país para aplacar dolores leves o moderados, recurriendo por lo habitual a dosis de 600 miligramos cuando lo más correcto sería de 400. El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo, utilizado frecuentemente como antipirético (bajar la fiebre) y analgésico (quitar el dolor). Se utiliza para el alivio sintomático de la fiebre, dolor de cabeza (cefalea), dolor dental, dolor muscular, molestias de la menstruación, dolor neurológico leve o moderado y dolor postquirúrgico. También se usa para tratar cuadros inflamatorios (artritis). Es usado en ocasiones para tratar acné. No es muy útil para resfriados y gripes.

No es bueno abusar de ellos y provoca malestares y problemas a corto y largo plazo en el sistema digestivo. Es habitual que genere gases y distensión abdominal, puede ser muy dañino en caso de que tengamos alguna úlcera estomacal y en otros casos puede generar estreñimiento, diarrea, mareos...

Paracetamol

El paracetamol o acetaminofén tiene propiedades analgésicas y antipiréticas. Actúa inhibiendo la síntesis de prostaglandinas, mediadores celulares responsables del dolor. Es frecuente como ingrediente en los productos contra el resfriado común y la gripe. La dosis estándar es bastante segura, pero su bajo precio y amplia disponibilidad han dado como resultado frecuentes casos de sobredosificación. El paracetamol comercial más habitual es el Gelocatil.

La dosis recomendada por administración para un adulto es de 1 g y las dosis tóxicas están descritas en un rango de 7,5 a 10 g. En las dosis indicadas no afecta a la mucosa gástrica ni a la coagulación sanguínea o a los riñones. Pero un leve exceso respecto de la dosis normal puede dañar severamente el hígado.

Aspirina (ácido acetilsalicílico)

El ácido acetilsalicílico, conocido popularmente como aspirina, es el nombre comercial que le dio a este medicamento el laboratorio alemán Bayer. Se utiliza como medicamento para tratar el dolor, la fiebre y la inflamación, pericarditis... La administración de aspirina poco después de un ataque al corazón disminuye el riesgo de muerte y su uso a largo plazo ayuda a prevenir ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y coágulos de sangre en personas con alto nivel de riesgo. Puede disminuir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, en especial el cáncer colorrectal.

En el tratamiento del dolor o la fiebre, sus efectos comienzan de forma típica a los 30 minutos. Es el antiinflamatorio por excelencia y funciona de forma similar a otros como el ibuprofeno, aunque bloquea el normal funcionamiento de las plaquetas. Generalmente se usa menos que otros por ser más caro en su precio comercial.

Nolotil

NolotilEs el nombre comercial del medicamento basado en el principio activo del metamizol, fármaco perteneciente a la familia de las pirazolonas, cuyo prototipo es el piramidón. Es utilizado como un potente analgésico, antipirético y espasmolítico. Se suele recetar en casos de dolores más agudos que los habituales, aunque no está muy recomendado para dolores de cabeza habiruales, sino fuertes dolores musculares y episodios puntuales de inflamación cuando ésta provoca un fuerte dolor. Pero el punto clave es que no es un antiinflamatorio, y este error suele estar popularizado ya que se confunde como un ibuprofeno más fuerte, cuando no tiene estas propiedades.

No produce los típicos efectos secundarios sobre la mucosa gástrica y sobre las plaquetas, como es el caso de la aspirina u otros analgésicos. Sin embargo, en casos aislados, puede provocar agranulocitosis (disminución de glóbulos blancos) y anemia aplásica (anemia de líneas celulares de la médula ósea).

Frenadol

Desde luego, es el medicamento más popular para los resfriados pero el más envuelto en una leyenda negra sobre sus posibles efectos secundarios. En realidad es un combinado de principios activos populares, como el paracetamol, en su principal medida (para quitar la fiebre y el dolor muscular que generan los resfriados), pero también de dextrometorfano (un antitusivo), clorfenamina (para la mucosidad y subir el ánimo que provoca esta enfermedad) y, por último, ácido ascórbico o vitamina C para ayudar a superar mejor los síntomas.

En cuanto a su mala fama, la realidad es que puede provocar sedación y somnolencia, justo lo contrario a la mejoría para el decaimiento que promete. Pero sí es cierto que ha sido víctima de falsos mitos sobre sus efectos en la salud.

¿Gripe o resfriado?

Otro tema es saber qué elegir, en función de que nos estemos automedicando sin un diagnóstico médico. Muchos ciudadanos tienen dificultades para distinguir entre una gripe y un resfriado ya que los síntomas más frecuentes de ambas infecciones respiratorias (congestión nasal, dolor de cabeza o muscular) son similares, si bien en un proceso gripal aparecen de forma más brusca y son más duraderos.

Resfriado

Los síntomas del resfriado suelen instaurarse de forma más paulatina y los primeros en aparecer suelen ser una secreción nasal acuosa, estornudos y molestias leves en la garganta como cosquilleos o picor. Además, en el resfriado la fiebre no es presente mientras que en la gripe se da en el 80 por ciento de los casos, siendo habitual una temperatura corporal de más de 38 grados durante tres a cuatro días. La congestión nasal, en cambio, es menos frecuente en la gripe mientras que en el resfriado puede durar hasta una semana; y en cuanto a la tos, en la gripe suele ser seca y en el catarro va acompañada de flemas.

Gripe

En la gripe son más frecuentes el dolor de cabeza, hasta en un 80 por ciento de los casos; los escalofríos, en más de la mitad de los casos; el malestar y el cansancio. En el resfriado, por su parte, es común sufrir dolor de garganta e irritación ocular. Además, otra de las diferencias entre ambas patologías está en los virus que causan ambas enfermedades también varía ya que, mientras que el catarro o el resfriado común puede estar causado por hasta 200 microorganismos diferentes, la gripe sólo puede provocarla el virus influenza.

Alergia

Por otro lado, a veces algunos síntomas del catarro común o de la gripe estacional pueden ser también similares a los que aparecen en las alergias estacionales, como son la rinorrea, es decir, la secreción nasal acuosa; la irritación ocular, la tos y el escozor de garganta. En ese caso no hay un tratamiento similar, sino que es mejor emplear antihistamínicos.

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