La sostenibilidad del sistema de pensiones en España está en entredicho y no parece plato de buen gusto ninguna de las posibles soluciones que planean actualmente en el debate público. Este miércoles ha sido el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, el que se ha posicionado a favor de una de ellas: retrasar aún más la edad de jubilación.
Días después de que el presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, alertara de la previsible pérdida continuada de poder adquisitivo de las pensiones para los próximos años, la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso se ha reunido para abordar la sostenibilidad del sistema.
El responsable de la AIReF aseguró que el desequilibrio de la Seguridad Social requeriría aportar al sistema cada año una cantidad equivalente al 1,5% del PIB (en torno a 15.000 millones de euros anuales) hasta principios de la década, lo que en la práctica se tendría que llevar a cabo vía aumento de impuestos, deuda o con recortes de otras partidas de gastos públicos.
La alternativa, total o parcial, está en elevar la edad de jubilación actual en los 65 años pero que llegará a los 67 en el 2020. A favor de esta última opción se ha posicionado el gobernador de Banco de España, Luis María Linde, en su comparecencia en la cámara baja.
"Cualquier medida encaminada a desincentivar la jubilación anticipada y permitir la ampliación de la vida laboral por encima de los 67 años tendría efectos positivos sobre la sostenibilidad financiera del sistema", sostuvo.
Linde justifica su postura en el aumento de la esperanza de vida con mejores condiciones físicas, el retraso en la entrada en el mundo laboral o la menor necesidad física que requieren los trabajos en la actualidad.
Asimismo, Linde se ha mostrado partidario de la incentivación de la contratación de planes de pensiones privados o público-privados.
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