Arrinconado, Ignacio González fue espiado ya en su propio despacho por orden judicial porque estaba siendo avisado por parte de chivatazos cuyo origen se está investigando ahora. Y es que los culpables de pasar información al ex presidente de la Comunidad de Madrid pagarán también caro haber psado esta información a González para intentar eludir a la Justicia.
Ahora hemos sabido que el juez instructor Alejandro Abascal, ante esta dificultad, decidió colocar un micrófono en el despacho. Según ha revelado este martes la 'Cadena SER', ante la "especial gravedad" de los delitos investigados, ordenó colocar un micrófono en el despacho profesional de González, cuando éste ya había dejado la presidencia regional de Madrid. La trama ahora investigada en la llamada 'operación Lezo' tuvo muchas precauciones en sus conversaciones telefónicas gracias a que les habían chivado que estaban siendo investigados. Hubo "filtraciones desde el primer minuto", explica la SER.
Precisamente es la Ley de Enjuiciamiento Criminal aprobada en 2015 por el Gobierno de Rajoy la que ha permitido esta acción tan extrema, autorizando colocar en estas situaciones graves "micrófonos portátiles de última generación". Gracias a esta investigación se ha sabido que González tenía un complejo sistema de encriptación de su teléfono móvil.
El micro se colocó así: agentes especializados de la Guardia Civil entraron en el inmueble donde está su despacho de madrugada, abrieron la puerta con ganzúa y camuflaron el dispositivo. El juez Eloy Velasco decidió continuar posteriormente con los métodos de 'espionaje' de Abascal. Gracias a las conversaciones grabadas se pudo delatar a González por blanqueo y facturación falsa.
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