Alea jacta est. O sea, salvo más que imprevisible catástrofe, el Real Madrid se mete de nuevo en la finalísima de la Champions. Merced a la corrida que se celebró en la plaza del Bernabéu, en la que toreó en conjunto a un Atlético irreconocible por manso y blando y dejó para su figura, 'matador' Cristiano, las tres estocadas definitivas. Alea jacta est (3-0). Y olé.
La calidad se impuso. La calidad torera de los hombres de Zidane frente a un equipo industrial como es el de Simeone, sin ningún artista excepto Griezmann, al que nadie sirvió un pase en condiciones. A veces, sobre la base del esfuerzo, la entrega y el sudor, los rojiblancos han sacado tajada del Bernabéu, pero nunca en esa competición maldita para ellos que es la Champions.
Máxime cuando el equipo no aporta la dureza y consistencia habitual y lo que muestra es una blandenguería, una mansedumbre de la que se aprovecharon los 'toreros' de calidad como son los que se alinean en el Madrid. Y para rematar la faena, y nunca mejor dicho/escrito, allí estaba el 'matador' Cristiano, que siempre aparece en los festejos clabve como éste.
Su triplete, con goles en los minutos 9, 72 y 85, aparte de abrile la puerta grande virtual al Madrid que es meterse de nuevo en la finalísima de la Liga de Campeones, se la cierra, una vez más, a los rojiblancos, faltos de 'toreros' y 'matadores' por mucho que vuelvan a ser los de casi siempre de intensidad de aquí a ocho días en su plaza del Manzanares ante la misión imposible de la remontada. Alea jacta est.
El Madrid formó con Navas; Carvajal (Nacho), Ramos,Varane, Marcelo; Modric, Kroos, Isco; Benzema (Lucas Vázquez) y Cristiano. Por parte del Atlético jugaron Oblakl; Lucas, Savic, Godin, Filipe Luis; Koke, Gabi, Saúl (Correa), Carrasco; Griezmann, Gameiro (Torres).
Si (
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