El extremismo y el adiós a la UE o la moderación abrazando a Europa. Es lo que este domingo eligen millones de franceses llamados a las urnas para elegir en segunda vuelta entre el candidato favorito, el creador del partido En Marcha! contra la líder de la ultraderecha, Marine Le Pen. El primero cuenta con el apoyo de prácticamente todo Occidente, y aunque las encuestas le prometen la victoria, su candidatura ha tenido que afrontar una recta final explosiva. Un grupo de hackers saqueó sus datos privados y ha hecho públicos documentos que podrían ser comprometedores.
El equipo de campaña de la plataforma '¡En Marcha!', del candidato a la Presidencia de Francia Emmanuel Macron, ha denunciado haber sido víctima de un ciberataque que ha sacado a la luz correos electrónicos y otras informaciones internas a tan sólo dos días de los comicios. Son datos comprometedores de la candidatura de su partido, aunque en las últimas horas se han mezclado con datos falsos para así perjudicar a cualquier precio sus posibilidades como favorito en las encuestas.
Ya se teme otro caso como el de Estados Unidos con Hillary Clinton, quien se estima que perdió las elecciones contra el extremista Donald Trump también gracias a filtraciones interesadas de documentos que la perjudicaban.
El movimiento En Marcha! aseguró ser un "pirateo masivo y coordinado" que ha llevado a "la difusión en las redes sociales de informaciones internas de diversa naturaleza" en "un intento de desestabilizar las elecciones presidenciales".
Encuestas
Al menos, las encuestas sí suponen para el líder de En Marcha! cierto alivio. Macron amplió su ventaja sobre la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, a dos días de las elecciones. Los últimos sondeos pronostican la victoria de Macron, al que le otorgan entre un 61% y un 63% de los votos, frente a una Le Pen a la que le perjudicó su pésima y agresiva actuación en el debate del pasado miércoles.
Se espera que la abstención sea superior a la de la primera vuelta, por lo que podría rondar entre el 24% y el 25%, y que aumente el voto nulo o en blanco.
Los dos candidatos eligieron ayer escenarios religiosos para sus últimas apariciones públicas antes de los comicios. Le Pen acudió a la catedral de Reims donde fue abucheada al grito de "corrupta". Posteriormente, acudió a otro acto en la Torre Eiffel donde la organización ecologista Greenpeace colgó una pancarta con una llamada a la resistencia contra el Frente Nacional. Por su parte, Macron eligió la catedral de Nuestra Señora de Rodez donde envió un mensaje de respeto por los "valores de la Francia eterna". De vuelta a Paris comenzó a perfilar su posible gobierno en el que podrían integrarse "los socialistas con cultura de gobierno, los reformistas, y la derecha heredera del general De Gaulle".
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