Siempre se quedará para el recuerdo el jugadón de Karim Benzema, siempre tan discutido como jugador por su bajo rendimiento. Fue el regate mágico que hizo a tres defensores del Atlético para zafarse de ellos y provocar al final el gol que marca Isco segundos después. Fue un 2-1 fundamental para no pasar apuros en la eliminatoria y poder clasificarse para la final de la Champions League que se disputará en Cardiff.
El francés, que recibe el balón en la banda izquierda, casi sin espacio y acosado por Savic, protege el esférico de espaldas a él. Cuando también llega Godín a por él, decide dar la media vuelta en décimas de segundo y se aproxima a línea de fondo, ya aparentemente, sin salida. Es cuando llega un tercer defensor, Giménez, que intenta arreglar el fallo de sus compañeros, a los que se les ha escapado por fuera del campo Benzema. Pero el delantero galo también se va de él, esta vez por velocidad, y mira al área buscando un apoyo para finalizar la jugada.
Quien recibe el balón solo es Kroos, que dispara bien, pero Oblak intercepta perfectamente. O casi, porque deja el balón suelto tras la parada, y el rechace lo coge Isco, perfectamente alerta, y marca a placer el tanto que daba tranquilidad al Real Madrid.
La jugada, por la habilidad, ha sido muy comparada tanto con regate de Butragueño ante el Cádiz o el de Redondo ante el Manchester:
Si (
No(
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