Como decimos en el titular, Podemos, el partido de Pablo Iglesias, ya tiene al líder socialista que quería... y ahora, ¿qué? Sí, porque los del partido morado tienen al PSOE donde necesitaban, de nuevo cercanos y receptivos a una alianza de izquierdas a la portuguesa. El mismo Pedro Sánchez no dudó en alabar en la recta final de estas primarias el mandato de unidad que António Costa mantiene en el país vecino, un gobierno tripartito con los equivalentes a Podemos e IU en Portugal. Un mensaje que Sánchez vendió con moderación porque no le interesa dar más fuerzas a un Podemos con el que tendrá que batirse de nuevo en un futuro por el voto de izquierdas en este país.
Sin embargo, los precedentes hablan por sí solos. Reciente está el caso de Francia, donde el socialismo ha sido fagocitado por la izquierda de Jean-Luc Mélenchon y su partido Francia Insumisa, y Sánchez tendrá que saber lidiar este toro tan complicado. Además, le quedan 3 años de legislatura de Rajoy desde la oposición, pero incluso sin escaño, no podiendo representar al PSOE en el Parlamento, una desventaja que claramente aprovechará Pablo Iglesias para seguir siendo el líder de la oposición, al menos desde el punto de vista presencial.
En cuanto al posible acercamiento entre Podemos y el PSOE, todo lo que tenga que venir ahora está en el aire. Reuniones habrá, y conversaciones, más si cabe. Pero el primer debate serio sabrá si hay un cambio de postura socialista en la moción de censura que ha promovido Podemos contra Rajoy, cuyo acto central con la ciudadanía fue el mismo sábado, un día antes de las primarias, lanzando un claro mensaje a los socialistas para pedirles su apoyo.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, felicitó ayer a Pedro Sánchez tras su victoria en las primarias del PSOE, y le deseó "buena suerte" en su regreso a la secretaría general del partido. "Los militantes del PSOE han decidido y han mandado un mensaje muy claro. Felicidades y buena suerte", escribió en su cuenta de Twitter.
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