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Pase cambiado de Castella a l bravo 'Hebrea', al que cortó una oreja.
Pase cambiado de Castella a l bravo 'Hebrea', al que cortó una oreja. (Foto: Arjona)

San Isidro: gran corrida de Jandilla que sólo aprovecha un gran Sebastián Castella

< Oreja para el francés ante un toro de vuelta al ruedo; grises Rivera Ordóñez y López Simón

viernes 26 de mayo de 2017, 23:32h

“Dios te libre de un toro bravo en Madrid” decía uno de los más grandes coletudos de la historia, Juan Belmonte. Salvo que, salvando las distancias de tiempo, bicornes y estilos, el que lo enfrente sea también una figura con muchos otros triunfos en Las Ventas. Como Castella, que supo dar réplica a ‘Hebrea’ –sí, vaya nombrecito- el más bravo de un excelente encierro de Jandilla-Vegahermos con una faena de altos quilates. Muy por debajo anduvieron Rivera Ordóñez y López Simón.

‘Hebrea’ –sí, vaya nombrecito- tras las buenas verónicas y dos medias como cartel de presentación de su matador, se arrancó con alegría al caballo y fue pronto en banderillas, permitiendo el lucimiento de Chacón y Herrera con los palitroques, que saludaron, y de Viotti en la brega. Ya se había dado cuenta Sebastián Castella de la alhaja, exigente por bravo y encastado, que tenía delante. Y no lo dudó. Comenzó con tres pases cambiados, improvisó un molinete y el de pecho y concluyó la serie con el del desprecio, ya con el público entregado justamente.

Después, el galo se lució en redondos y naturales, siempre dando distancia y las ventajas para ‘Hebrea’ –sí, vaya nombrecito-, la última con un cambio de mano eterno y de casi 360 grados. Tan a gusto estaba Castella tras dominar a su enemigo que hasta se desplantó y arrojó los trastos. El único defecto fue una media estocada trasera que dejó el premio en una oreja de muchísimo valor.

Y valor, en su otra acepción académica fue por el que apostó el francés con su otro enemigo, el sobrero de Salvador Domecq, también codicioso, pero rebrincado y con un punto de genio, que dentro de su nobleza pegaba hachazos defensivos a la salida de los muletazos. Castella en su otra faceta de redaños sin cuento ni alharacas, acabó domeñándolo finalmente y dejando alto su cartel en Madrid.

No fue el caso de un López Simón espeso y gris que se va de la feria sin ningún detalle que se parezca al triunfador de las dos anteriores campañas. Muleteó al encastado tercero por acá y acullá sin lucimiento alguno. Peor anduvo con el que cerró función, un animal bravo cuyo torrencial de casta ya le desbordó tras una labor insulsa. Se esperaba mucho de un Simón que, como en su primer paseíllo, defraudó.

No fue el caso de Rivera Ordóñez –disculpen si en la crónica no me refiero a él como Paquirri, cual se anuncia desde hace tres años, ya que si su hijo quiere manchar su memoria de gran coletudo poniéndose tal apodo, quien esto firma se niega a colaborar-, del que nada se esperaba y nada ofreció. Desaprovechó los dos de su lote, bravos, a los que encerró en tablas en vez de sacarlos al platillo, y por allí anduvo con una vulgaridad y unas precauciones exageradas.

Además, en el cuarto decidió, sin que nadie se lo demandase -como nadie pidió su presencia en el abomno- banderillear. Demostrando, eso sí hay que reconocérselo, que si con percal y pañosa es vulgar, con los rehiletes… ¡también! O sea que lo mejor de su tarde fue su despedida para siempre de Madrid, que esperemos cumpla.

Ficha

Toros de JANDILLA y 4º de VEGAHERMOSA, con trapío, muy ofensivos, nobles y que cumplieron en el caballo, con 2º y 6º bravos; todos con casta (el 2º, premiado con vuelta al ruedo). 5º, sobrero de SALVADOR DOMECQ, en sustitución de uno del hierro titular devuelto por inválido, bien presentado, que también cumplió en el caballo y dio juego. PAQUIRRI: silencio; silencio. SEBASTIÁN CASTELLA: oreja tras aviso; gran ovación tras dos avisos. LÓPEZ SIMÓN: palmas; silencio. Plaza de Las Ventas, 26 de mayo. 16ª de feria. Lleno.

CRÓNICA DEL FESTEJO ANTERIOR

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