Moix dimite como fiscal jefe Anticorrupción tras el acoso mediático por su discutible currículum

Estaba decidido. Manuel Moix había sido víctima en las últimas semanas de una dura campaña mediática para terminar con su paso por la Fiscalía Anticorrupción, y más allá de juzgar sobre si era merecida o no esa ofensiva, el fiscal no ha podido seguir resisitiendo.

Fue nombrado para el puesto hace muy poco tiempo, febrero de este 2017, pero su salida ha sido inevitable tras haber estado discutido por su actuación en este departamento fiscal en la 'operación Lezo', donde fueron detenidos, entre otros, el ex presidente madrileño Ignacio González. Pronto se conocieron los lazos que unían a Moix con destacados políticos de Madrid, con quienes pudo actuar de manera parcial a la hora de investigarles o registrar sus propiedades.

Pero la punt¡illa final se la tenían preparada para su entorno personal. Esta semana se supo que tenía parte de la propiedad de una empresa offshore en Panamá, un tipo de empresa que su departamento en la Fiscalía suele investigar por ser una habitual forma de evadir impuestos en nuestor país.

Apoyo del Fiscal General

Sin embargo, el Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, el encargado de anunciar a los medios esta renuncia, apoyó en la rueda de prensa a Moix. Dejó claro que su ya ex fiscal jefe de Anticorrupción y Delitos Organizados "no ha comprometido" a la Institución por tener el 25% de una empresa en Panamá, ya que esto no implica directamente ninguna acción ilegal. Además, incidió en que no veía "motivos" para destituirle, pero que en cualquier caso, no podía hacer nada al tratarse de una dimisión irrevocable por "motivos personales".

Su final era evidente después de que en los últimos días el Gobierno de Rajoy cambiara su postura hacia Moix, del apoyo al silencio. Ayer mismo, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, comentaba: "No es un nombramiento de confianza del Gobierno. No está puesto ahí por la confianza del Gobierno. No es una cuestión de confianza su mantenimiento o no". La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, señalaba: "Cuando se trata de la Fiscalía, es la Fiscalía a la que corresponde los nombramientos". En pasadas fechas ellos mismos y el propio presidente Rajoy apoyaban a Moix.

"Compromete la imagen de la Institución"

Pero hasta la Asociación de Fiscales reclamaba que renunciara, ya que "compromete la imagen de la Institución". Aunque en un primer momento los fiscales conservadores no se unían a esta petición, terminaron por quitarle la razón al conocer que tenía una empresa opaca en Panamá, por mucho que fuera heredada de su padre y compartida con sus hermanos. Entendió que no tenía obligación de declararla cuando fue propuesto para el cargo y que no tenía actividad económica alguna, por lo que no tenía que declarar ningún ingreso.

Pero en realidad acciones del pasado en el desempeño de su cargo fueron también los motivos que generaron esta situación. Cuando fue nombrado se discutió su idoneidad para el cargo, además de que pronto se conocieron sus buenas relaciones con políticos del PP de la región, como Esperanza Aguirre o Ignacio González. Su actuación al frente del departamento, coordinando a los fiscales en el 'caso Lezo', la operación contra la corrupción política en la Comunidad de Madrid, arruinó su imagen. Se aseguró que incluso quiso evitar el registro de la casa de González y suavizar las medidas preventivas contra los investigados.

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