La dimisión del Fiscal Anticorrupción, Manuel Moix, ha sido bien recibida por buena parte del arco parlamentario. Si bien varios grupos de la oposición han reclamado que la ‘limpieza’ no se quede ahí.
Los escándalos del ya ex Fiscal Anticorrupción, Manuel Moix, le persiguieron en la prensa desde que llegara al cargo apenas hace tres meses. Los encontronazos internos con varios fiscales, las denuncias de su injerencia política en el caso Lezo y ahora la controvertida herencia familiar que colocaban su patrimonio en un paraíso fiscal han terminado por tumbar a una pieza que poco se sostenía ya en la Fiscalía.Sin embargo, la oposición no se da por satisfecha.
El secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, ha criticado la dimisión porque a su parecer llega “mal y tarde”. Desde Ciudadanos se ha reclamado también la ‘cabeza’ del Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, por defender hasta hoy a Moix y no apreciar signos de incompatibilidades éticas con el cargo. Desde Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea han considerado que la dimisión de Moix no puede servir como "cortafuegos" para evitar que Catalá asuma responsabilidades. En la misma línea se posicionó el Partit Demòcrata que reclamó más dimisiones, en concreto la de Maza y Catalá.
Rafael Catalá, ministro de Justicia que fue el primero en ser reprobado en activo por el Congreso de los Diputados.
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