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El presidente de Costa Rica y Nobel de Paz de 1987, Óscar Arias, se solidarizó hoy con los esfuerzos de los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, y de Francia, Nicolas Sarkozy, en procura de un acuerdo humanitario sobre secuestrados con la guerrilla de l

lunes 17 de diciembre de 2007, 01:19h

Arias dijo que viajó a Colombia para expresar esa solidaridad con Uribe y Sarkozy, y también para decir que dicho acuerdo "puede ser el principio del fin de la larga pesadilla del terrorismo" en este país andino.

El gobernante costarricense hizo hoy una breve visita a la ciudad de Medellín (noroeste) para intervenir en la jornada final de la XIV Reunión del Círculo de Montevideo junto a Uribe, el ex jefe del Gobierno español Felipe González y el ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti, fundador de este foro académico.

"La posibilidad de lograr el canje humanitario de los rehenes, entre los cuales está la señora Ingrid Betancourt (también nacional francesa), debería ser el primer paso para alcanzar la paz en Colombia", consideró Arias, y resaltó que vino a extender su "apoyo a esta iniciativa", y a expresar su fe en que "tendrá éxito".

La ex candidata presidencial Betancourt es uno de los 45 secuestrados que las FARC pretenden canjear por medio millar de rebeldes presos, entre ellos dos extraditados a Estados Unidos.

Sin embargo, el Nobel de Paz admitió que no es ingenuo, porque sabe que "la guerra en Colombia es muy compleja".

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "han sido sumamente intransigentes a lo largo de la historia" y desde hace mucho tiempo no luchan por una ideología, dijo Arias, y se preguntó si acaso esta guerrilla "no se ha dado cuenta de que la Guerra Fría terminó" y si "la selva colombiana y Sierra Maestra (Cuba) son las únicas regiones del mundo donde la noticia de la caída del Muro de Berlín nunca llegó".

"Esta es una democracia, si las FARC quisieran hacer valer su ideología, ya habrían hecho un partido político que explícitamente defendiera sus ideas", continuó el gobernante de Costa Rica, y subrayó que grupos como estos no luchan por la libertad, la democracia, la justicia ni ningún ideal que se pueda perseguir por la vía política.

Estos grupos, criticó luego, "luchan para defender la posibilidad de seguir envenenando con drogas a otras personas, y hacerse ricos con ello".

Arias dijo que "el sueño de la paz requiere de la voluntad para transigir", como lo aprendió Centroamérica durante los procesos que les permitieron a sus países superar conflictos internos, y no lo comprendieron Israel y Palestina en 2000, cuando en Camp David no fueron capaces de ponerse de acuerdo en el cinco por ciento de los temas sobre los cuales no habían llegado a un acuerdo.

"Sigo pensando que es mejor un acuerdo de paz en donde todos queden un poco insatisfechos, al no lograr lo que se proponían, que una guerra eterna que ninguna de las partes en conflicto podrá ganar", afirmó el presidente costarricense.

Según él, "la tierra colombiana es un puñal clavado entre las vértebras de los Andes, y su herida duele en el costado de toda Latinoamérica".

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