- ¿Cómo ha caído en círculos taurinos la muerte de Iván Fandiño?
Ha sido un auténtico mazazo: menos de un año después de la tragedia de Víctor Barrio, resultaba increíble creer que otra vez sucedía la misma pesadilla.
- ¿Cómo era Fandiño como torero?
Tenía el sobrenombre de 'León', y de hecho llevaba una cabeza de león en su logotipo. Eso dice mucho de él, como torero y como persona: con coraje, con valor a prueba de bombas... y con una independencia que le hizo distinguirse del resto.
- Hace un año el mundo del toro se despidió de Víctor Barrio. ¿Se teme que de nuevo estemos ante un ritmo mayor de fallecimientos?
En el toro se pone en juego la vida cada tarde y la muerte está presente siempre. Todas las temporadas nos encontramos con cornadas gravísimas.
- Qué diferencias se han producido en el caso de Fandiño respecto a otros, como el citado Barrio o los más famosos: Manolete, Paquirri...
Las muertes de Manolete o Paquirri no son comparables con las de Barrio y Fandiño: sucedieron hace décadas y no existían los avances ni la atención médica con la que se cuenta ahora. De hecho, tras la muerte de Paquirri se hizo una labor ingente para mejorar las enfermerías de las plazas de toros y gracias a eso se han salvado muchas vidas. En mi opinión, las tragedias de Barrio y Fandiño se distinguen, aparte de por las heridas en sí, porque vivimos en otra sociedad muy distinta, en la que la muerte es un tabú y la cultura urbana ha perdido el contacto con el campo, lo que ha provocado una corriente de desprecio extremo por el sector taurino. Eso, unido a que ahora todos tenemos voz en las redes sociales, ha hecho de ambas muertes un disparadero en el que se hace pública la máxima vileza de que es capaz un ser humano.
- ¿Qué le parecen a nivel humano los comentarios en redes sociales donde algunos se alegran de este tipo de muertes?
En primer lugar, creo que no tienen humanidad. Son seres humanos por definición científica, pero dudo que tengan alma y sentimientos. Por suerte, ahora contamos con la Fundación del Toro de Lidia para poder defender al sector de todos estos ataques y dejar de ser ciudadanos de segunda. Desde aquí animo a todos los aficionados a que denuncien este tipo de comentarios a la Fundación para que puedan actuar en los tribunales.
- ¿Cree que todo el mundo antitaurino es así?
No, no lo creo. De hecho en las mismas redes también hay comentarios de personas que se califican de 'antitaurinas' y que rechazan todos estos despreciables ataques. El problema es que vivimos en una sociedad en la que mandan las etiquetas, y la vida no es cuestión de hashtags.