El Real Madrid acaba de anunciar su primera venta y prepara las siguientes de este verano. El primero en marcharse ha sido el canterano Diego Llorente, que jugó este año cedido en el Málaga. El central se va a la Real Sociedad y el club blanco se guardará una opción de recompra para el futuro.
La siguiente venta que está en camino es la de Álvaro Morata, y no por gusto de la entidad que presidente Florentino Pérez. El delantero ha insistido en marcharse porque Zidane no le garantiza la titularidad en su enfrentamiento con Benzema por el puesto del 9, y bien o mal asesorado por su entorno, ha elegido marcharse a otro gran club europeo para tener minutos y ser clave entre los españoles seleccionables para el próximo Mundial, que será en el verano de 2018 en Rusia. Al parecer, según la prensa deportiva, Madrid y Manchester United ya negocian el traspaso. Los blancos exigen al menos una cantidad entre 70 y 80 millones.
Otro que se marchará es Pepe, que acaba contrato el 30 de este mes de junio. El portugués rechazó la oferta de renovación por un año que el Madrid le hizo hace tiempo y ahora se ha encontrado con que ningún gran club europeo le supera esa propuesta. Tendrá que buscar destino entre algún equipo que tenga huecos en su defensa.
Además, otro canterano como es Mariano prepara su salida, probablemente al Lyon francés. El delantero dominicano prometía mucho pero no tiene minutos en el equipo galáctico de Zidane, por lo que optará por ser clave en algún buen equipo del continente. Su primer paso será en este conjunto galo que aunque no está en la élite europea, será un primer paso para abrirse hueco en el mercado.
Y por supuesto que el nombre del colombiano James Rodríguez sigue en la lista de las posibles bajas del equipo. Zidane cuenta con él, pese a todo, pero el americano quiere titularidad y ser la estrella en cualquier otro club grande. El PSG podría ser uno de sus destinos. Cristiano Ronaldo es la otra gran bomba de esta lista de posibles caídas del equipo. El portugués explotó tras su escándalo fiscal e hizo saber a su entorno que quería irse de España tanto por su enfado con Hacienda como por el malestar con el club, al que le reprochó un escaso apoyo.
Quien se quedará es Gareth Bale. El galés estuvo en los dimes y diretes durante semanas por su mala temporada y su bajo rendimiento físico, así como por las continuas lesiones a las que recaía. Pero Florentino sigue apostando por él y espera que aumente su rendimiento esta temporada, volviendo al nivel de sus primeras campañas.
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