Más clásicos, más. Porque la próxima temporada tendrá, como mínimo, dos más que la anterior. Gracias a que uno, el Real Madrid, ganó la Liga, y otro, el Barça, la Copa del Rey. Lo que obliga a blancos y azulgranas a disputar la Supercopa de España como aperitivo de la temporada 2017/18. A lo que añadir otro amistoso a finales de este mes de julio en Miami.
Nunca es tarde si la dicha es buena. La dicha futbolera y mediática de ese espectáculo que son los Madrid-Barça. Ambos clubes han tardado cuatro años en coincidir con los dos títulos más importantes españoles, pero, al fin, ya ha llegado su cita para disputar la Supercopa de España. Además, a doble partido con fechas ya fijadas: el 11 de agosto, la ida en el Camp Nou, y la vuelta tres fechas después, el 14 en el Santiago Bernabéu.
De modo que la debut oficial en el banquillo azulgrana de su nuevo técnico, Ernesto Valverde -sustituto de Luis Enrique- no puede ser teóricamente más complicado, frente a los de Zidane y además con la exigencia de que el examen sea en el escenario sea el estadio barcelonés.
Por cierto que esta cita llega en un mes de agosto intensísimo para el Madrid, merced a su título de la Champions, ya que el 8 de agosto tiene que disputar la otra Supercopa, la de Europa, frente al Manchester United, campeón de la Europa League, con su polémico extécnico Mourinho.
Y el aperitivo no oficial de este doble clásico será incluso antes, el 29 de julio, en un amistoso de ambos clubes en su estancia de pretemporada en Norteamérica, con el choque entre Madrid y Barça en Miami por un trofeo denominado como International Champions Cup.
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