No mucho más

Los mercados tenían ayer una cita con la presidenta de la Fed. En lo que podría ser una de sus últimas comparecencias en el Congreso, Yellen presentó una economía que, si bien crece lentamente, continúa creando empleos, se beneficia por un constante consumo de las familias y un reciente aumento de la inversión empresarial, apuntalada también por unas mejores condiciones en el exterior. Este entorno es lo suficientemente saludable como para que la Reserva Federal avance con los planes para elevar los tipos y comience a desmantelar su enorme cartera de bonos, probablemente este año, aunque la baja inflación dejaría al banco central con un margen escaso, según señaló la presidenta del organismo. No obstante, también apuntó que dadas las estimaciones actuales, el tipo de los fondos federales "no tendría que subir mucho más" para alcanzar un nivel neutral que no acelere ni desaliente la actividad económica, lo que apunta a que la Fed aún considera que la economía necesita una política monetaria expansiva, por lo que la Fed podría verse obligada a reducir el ritmo de alzas de tipos en el futuro. El testimonio de Yellen se produce tras algunos informes que apuntan que el actual Gobierno está contemplando reemplazarla cuando termine su mandato en febrero. Tras su testimonio, las acciones estadounidenses subieron, la rentabilidad de los bonos del Tesoro cayeron y el dólar se apreciaba.