El PP termina el curso mucho más aliviado de lo que lo empezó. Al menos, en lo relativo a la incómoda presencia (o ausencia) de la diputada Elena González-Moñux, la parlamentaria conservadora que había denunciado al portavoz de su formación en la Asamblea de Madrid, Enrique Ossorio, por acoso laboral y que ha estado de baja por depresión desde octubre, haciendo peligrar numerosas votaciones al bloque que forman los populares con Ciudadanos.
La marcha de González-Moñux se hará efectiva en septiembre, cuando asuma la dirección de la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid (Fenercom), una entidad que reúne a altos mandos del Ejecutivo regional con CEIM, la Cámara de Comercio, las universidades Politécnica de Madrid y Rey Juan Carlos, y las empresas Cepsa, Endesa, Gas Natural, Iberdrola y Unión Fenosa.
Cabe recordar que la demanda de González-Moñux a Ossorio acabó archivada y ella renunció a recurrir tras firmar la paz con el portavoz.
Moñux estaba de baja por depresión desde octubre de 2016, cuando denunció a Ossorio por acoso laboral. Aunque la demanda terminó archivada, su intermitente ausencia era un quebradero de cabeza para el Grupo Popular en la Cámara porque ponía en riesgo constante la escueta mayoría del pacto que mantienen la formación de Cristina Cifuentes y Ciudadanos en la Cámara regional.
Fuente de la información: Madridiario.es
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