El gobierno venezolano ha culpabilizado a Miami y Colombia de estar detrás de la sublevación en el Fuerte Paramacay. Un asalto del que la mitad de los insurrectos lograron huir llevándose consigo todo un arsenal.
La situación en Venezuela sigue siendo tensa. La mitad de la veintena de sublevados que el domingo tomaron el Fuerte Paramacay en la ciudad de Valencia lograron huir con 93 fusiles de asalto y 40 lanzagranadas. "Parte del grupo logró sustraer algunas armas y está bajo intensa búsqueda", sostuvo la Fuerza Armada Bolivariana en un comunicado.
En el balance ofrecido por las autoridades chavistas 2 personas murieron y 8 fueron detenidos, pero en todo caso la versión oficial evita hablar de alzamiento militar argumentando que muchos de los quienes secundaron el levantamiento eran civiles mercenarios.
Entre los detenidos habría tres oficiales de tropa de bajo rango: un sargento de la reserva de paracaidistas, un teniente que desertó hace tres meses de las Fuerzas Armadas, y un miembro de la Milicia Nacional Bolivariana, constituida por civiles armados. Los demás serían civiles.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostuvo que la financiación provino de Miami y Colombia. En la misma línea, la Fuerza Armada Bolivariana señaló que los detenidos confesaron haber sido contratados "por activistas de la extrema derecha venezolana en conexión con gobiernos extranjeros".
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