De nuevo las peores noticias llegan desde EEUU vinculadas al presidente del país, Donald Trump. El líder de la nación ha vuelto a culpar a "los dos bandos" de los choques raciales en Charlottesville, tanto a los supremacistas y neonazis como a los manifestantes de izquierdas que intentaron hacer frente a los racistas. Lo ha hecho en una larga y tensa comparecencia ante la prensa, que le ha valido las condenas de medio país.
"Hubo culpa en ambas partes", dijo, asegurando que unos fueron los "malos", en referencia a los grupos neonazis y supremacistas, y otros los "violentos", calificando así a los grupos antifascistas que, encima, vieron cómo murieron personas por el ataque de uno de los miembros del bando racista. Trump defendió su reacción a los hechos de violencia registrados en la marcha de Charlottesville, que terminó con una mujer muerta y decenas de heridos, diciendo que "hubo culpa de ambas partes".
Las criticadas palabras del presidente norteamericano le han valido la condena incluso en su propio partido. El líder republicano de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, ha vuelto a distanciarse de sus declaraciones y sentenció: "Hay que ser claros. La supremacía blanca es repulsiva. Este fascismo va en contra de todo lo que representa este país. No puede existir una ambigüedad moral". También le criticó Marco Rubio, quien intentó ser el candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca en las últimas elecciones.
Sin embargo, y como era de esperar, desde el Ku Klux Klan han aplaudido a Trump. Su histórico dirigente David Duke alabó al presidente por "decir la verdad" y condenar a los "terroristas de izquierda": "Gracias presidente Trump por su honestidad y coraje para decir la verdad sobre Charlottesville y condenar a los terroristas de izquierda del (movimiento) Black Lives Matter y antifascistas", dijo en Twitter el ex líder del grupo racista.
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