Nada ha gustado en los ámbitos sindicales cómo el Gobierno ha solucionado la crisis de la huelga de trabajadores de Eulen en el aeropuerto de Barcelona-El Prat. Ejecutivo central y catalán acordaron que agentes de la Guardia Civil sustituyeran a los encargados de los controles de seguridad, llevados a cabo por personal privado de esta empresa. Al verse frustrado su derecho a huelga tanto por esta sustitución forzosa como por los servicios mínimos decretados del 90%, desde el Comité de Huelga se pidió y se llamó a la solidaridad en otros aeropuertos.
Los sindicatos mayoritarios, CCOO, UGT y USO, han decidido en AENA, el organismo que gestiona los aeropuertos nacionales, convocar huelga en septiembre. En concreto, han convocado 25 días de paros desde el 15 de septiembre. A la huelga están llamados los 8.200 trabajadores del gestor aeroportuario público-privado y podría extenderse a aeropuertos como Madrid.
Estos sindicatos pretenden solidarizarse con los trabajadores de Barcelona y aprovechar para que se oigan sus reivindicaciones, desatendidas hasta ahora. Sus demandas pasan por recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos años y aumentar los puestos de trabajo con 700 nuevos contratados.
La noticia llegaba mientras el Gobierno prepara el Consejo de Ministros extraordinario convocado para hoy y que tiene el objetivo de designar un arbitraje y así desencallar el conflicto entre los vigilantes de los controles de acceso a los embarques de El Prat y su empresa, Eulen.