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'Juego de Tronos' 7x06: al borde del desastre
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'Juego de Tronos' 7x06: al borde del desastre

lunes 21 de agosto de 2017, 12:42h
La semana pasada hablaba de que los guionistas habían entregado uno de los planes más estúpidos jamás concebidos y esta semana se ha corroborado, el penúltimo episodio de esta mini temporada ha sido el peor hasta la fecha, con el argumento haciendo agua a pesar de volver a sobresalir en las escenas de acción y en los diálogos.

((ATENCIÓN SPOILERS))

El capítulo comienza donde lo habíamos dejado, con los siete magníficos más allá del Muro en busca de un muerto viviente que enseñar a Cersei. No tienen ni idea de cómo lo van a hacer y a nadie parece importarle un pimiento. Eso sí, esos primeros minutos están llenos de grandes diálogos entre ellos, los siete, porque también les acompañan varios más a los que nunca llegamos a identificar como Guardias de la Noche, Salvajes o miebros de la Hermandad sin estandartes, lo cual da igual porque todos llevan escrita la palabra carne de cañón. Pero volvamos con nuestros protagonistas, Tormund y el Perro se disputan el título de personaje más gracioso (ahora que Davos se ha tomado el día libre), Jon hace migas con Jorah y tiene una filosófica conversación con Beric, todos se meten con Gendry y descubrimos que Thoros fue un héroe (o un borracho) durante la rebelión de Robert. Todo está muy bien, aunque es mejor no pensar en la razón por la que andan allí.

Tras ser atacados por un oso zombie, encuentran un pequeño destacamento de muertos y, por pura casualidad, cuando Jon mata al Caminante Blanco que les acompaña, todos menos uno (qué casualidad) caen con él. Ya tienen su presa pero los gritos de éste hacen que aparezca el Ejército de la noche al completo y, a pesar de que llegar aquí les ha costado el mismo tiempo que a Jon y sus compañeros en recorrerse el mundo un par de veces, ahora corren más que ellos. Jon manda a Gendry a avisar a Daenerys no se sabe muy bien de qué y, al final, quedan atrapados en una isla rodeados por un lago de hielo esperando su muerte, por supuesto a esa isla solo llegan los personajes importantes. Básicamente la lógica aplastante de esta misión. Pero mientras esperan a Gendry le da tiempo a llegar a las puertas del Muro, decir que hay que enviar un cuervo a Daenerys (tampoco le puede decir mucho porque no llega a ver dónde han quedado ni lo que les ha pasado, la lógica diría que están muertos) y enviarlo. Al cuervo le da tiempo a llegar a Rocadragón a Daenerys y a Tyrion a discutir qué hacer, a esta montar a Drogon y marcharse volando, junto a sus otros dragones, hasta Más Allá del Muro y encontrarlos. Es evidente que en esta temporada, por problemas de tiempo, todo se ha acelerado y los viajes por Poniente se han acelerado hasta límites inverosímiles. Hasta ahora nos lo podíamos tragar porque no tenía relación con la trama del mismo episodio. Dejábamos a alguien en A y al siguiente capítulo llegaba a B sin que importara mucho pero ahora sí que importa, el lapso temporal queda en evidencia si lo usas con fines dramáticos.

A la mañana siguiente Thoros muere de las heridas causadas por el oso y el hielo permite al ejército de la noche atravesar el lago y acabar con ellos, pero Daenerys aparece con sus dragones (que deben llevar incorporado la función de saltar al hiperespacio del Halcón Milenario) y les salva. ¿A todos? No, porque Jon Nieve sigue demostrando que es incapaz de tomar una buena decisión y, tras liderar la misión más estúpida de la historia, decide quedarse para acabar él solito con todo el ejército de la noche. Mientras tanto el Rey de la Noche coge una jabalina helada y, en vez de dirigirla a Drogón, claramente el dragón más amenazante, (además del único que lleva a varios pasajeros) que está tranquilamente posado en el suelo, decide acabar con Viserion. Así lo hace, claro que viéndole lanzar la jabalina uno se pregunta ¿y no ha podido ir acabando uno con uno con sus enemigos mientras estaban quietos en una pequeña roca? Pero la lógica parece una cosa tan extraña al Rey de la Noche como a Jon, así que tarda una eternidad en volver a coger otra y lanzarla, fallando esta vez, a Drogon. Al final escapan menos un Jon que es arrastrado al lago. Como con Jaime hace una semana, sale oportunamente en un lugar en el que no parece haber nadie cerca, a pesar de estar rodeado de enemigos, cuando le descubren y van a por él, aparece de la nada su tío Benjen para salvarle y sacrificarse por él. A pesar de que sus probabilidades de regresar sano y salvo eran de una contra un millón, Daenerys decide esperarlo hasta que, oh sorpresa, lo hace.

Estupidez contagiosa

La expedición más allá del muro ha sido uno de los puntos más bajos de la serie. Se ha sacrificado la credibilidad y la trama por unas cuantas tomas buenas de acción. Pero lo peor de todo es que el resto del episodio se ha contagiado de tanta tontería y ha hecho agua. Parece como si la única razón por la que han dejado a Jon atrás y le han metido en el agua es para poder tener una escena en la que estuviera en la cama sin camisa con Daenerys esperando a que volviera en sí. Parece que al final van a explorar la vía romántica entre los dos principales protagonistas. Kit Harrington y Emilia Clarke hacen poco por venderla, no hay mucha química entre ellos o no la saben expresar. Tyrion sigue desaprovechado como consejero y el hecho de que Viserion se haya pasado al lado zombie hace poco probable la teoría de que él es también un Targaryen y el tercer posible jinete. Ahora queda claro que el tercer jinete será el propio Rey de la Noche y es que a pocos les habrá podido sorprender el hecho de que el dragón caído haya vuelto convertido en uno más del ejército de la noche.

En Invernalia la trama se está contagiando de la estupidez y las hermanas Stark vuelven a parecer las niñitas idiotas de la primera temporada, en vez de las supervivientes curtidas que deberían ser a estas alturas. Al personaje de Arya lo están destrozando, parece que desde su vuelta a Invernalia no se ha parado a hablar con su hermana sobre lo mucho por lo que han pasado desde el momento en el que murió su padre. Por supuesto su hermanito pequeño, Bran, el mismo que conoce todo y podría decirlas "Meñique es un ser maquiavélico que está jugando con vosotras, deberíais deshaceros de él" ha decidido abrir la boca. Los Stark que tanto tiempo llevaban separados han sido incapaces de cruzar 4 palabras desde su reencuentro. A Arya ya no parece preocuparle Meñique, al que seguía hasta hace bien poco, y se ha enfrentado a su hermana, a pesar de que esta le da una explicación totalmente racional sobre porqué escribió la famosa carta, llegando incluso a amenazarla de muerte. Es más, la chantajea con enseñársela a los señores del Norte a los que quería cortar la cabeza el episodio anterior por traición a Jon. Lo de Sansa tampoco tiene mucho sentido, al primero al que confía la historia de la carta y sus desavenencias con su hermana es a Meñique, el mismo hombre que la vendió al sádico Ramsay Bolton. Ahora resulta que lo prefiere antes que a Brienne, la única persona en la que puede confiar ciegamente, y la envía en su lugar a un encuentro con Cersei sin ninguna pauta sobre lo que hacer o decir, sencillamente la quiere fuera. A los guionistas les viene muy bien tener a Brienne en Desembarco del Rey la semana que viene, donde podrá reencontrarse con Jaime, pero nada de esto tiene sentido. ¿Y cómo es que Jon no ha enviado ningún cuervo desde Rocadragón en todo este tiempo? (Sobre todo sabiendo que los cuervos en Poniente pueden viajar a la velocidad de la luz...)

Todo está preparado para que la semana que viene se resuelva esta temporada con el encuentro en Desembarco del Rey, allí estarán presentes Cersei y Tyrion, Jaime y Brienne, Jon y Daenerys, la Montaña y el Perro, un zombie y Qyburn, esperemos que sepan sacarse de la manga algo mejor que todo esto. Tienen los elementos necesarios y será el momento de hacer borrón y cuenta nueva para dejar atrás las consecuencias del plan más estúpido llevado a cabo nunca.

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