Nunca es tarde. O sí. Pero el caso es que la desaparición voluntaria de Juana Rivas y sus dos niños, para no entregárselos a su padre, Francesclo Arcuri, condenado por malos tratos, pero que cuenta con el apoyo de las decisiones de la justicia, ha llegado a su fin poco después de las once de la mañana de este martes, tal y como había anunciado por medio de la asesora del Centro Municipal de la Mujer de Maracena, cuando se presentó ante el Juzgado de Instrucción número dos de Granada, aunque sin sus dos hijos. Juana Rivas ha quedado en libertad provisional sin fianza.
No había sido directamente la protagonista de esta historia quien lo había dado a conocer horas antes, pues lo hizo por medio de Francisca Granados, la asesora del Centro Municipal de la Mujer de Maracena. Según ella, Juana Rivas se presentaría en el Juzgado, como ha llevado a cabo sorteando la acumulación de curiosos, cámaras de televisión y un nutrido grupo de partidarios de ella y su acción.
De inmediato, según se ha sabido, la magistrada del Juzgado había dictado una orden que impide a los menores salir del territorio nacional si no van acompañados del padre, a quien corresponde por sentencia legal la tutela de los niños. De ellos se supone que antes de entregarse al Juzgado, su madre, a través de algún mediador los ha dejado en buena situación, aunque se desconoce.
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