La imagen de la durísima respuesta policial que dejó alrededor de 1.000 heridos en toda Cataluña -4 de los cuales seguirían hoy hospitalizados- y provocó 73 denuncias ciudadanas ha cruzado fronteras despertando indignación.
La Comisión Europea ha elaborado una declaración oficial sobre lo sucedido el pasado domingo en Cataluña en la que se posiciona claramente en contra de la estrategia seguida desde Moncloa.
“Hacemos un llamamiento a todos los actores para que pasen ahora rápidamente de la confrontación al diálogo. La violencia nunca puede ser un instrumento político. Confiamos en el liderazgo del presidente, Mariano Rajoy, para gestionar este difícil proceso respetando plenamente la Constitución española y los derechos fundamentales de los ciudadanos consagrados en él”.
Si bien insiste en su repetida consigna de que se trata de un “asunto interno” que debe ser resuelto conforme al ordenamiento jurídico español, no esquivó el tema amparándose en su pretendida neutralidad como en otras ocasiones.
Por un lado, el comunicado de la Comisión arranca sin ambages: “La votación de ayer en Cataluña no fue legal" e incluso añadió que de haber sido negociada, la región habría quedado fuera de la UE al salir de España.
Por otro, la Comisión Europea se posiciona en favor “de la unidad y la estabilidad”. No son tiempos para la “división y la confrontación”, sostiene.
Está previsto que esta tarde el presidente de esta institución, Jean-Claude Juncker, mantenga una conversación telefónica con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
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