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El Rey lanzó un mensaje para pedir orden y contundencia contra los separatistas
(Foto: Casa Real)

El Rey lanzó un mensaje para pedir orden y contundencia contra los separatistas

> Inesperado tono del monarca en su primer mensaje institucional extraordinario
> Desde Cataluña y la izquierda se ha tachado de gran error estratégico y político
> No llama al diálogo sino a imponer el orden constitucional por medio de la ley

martes 03 de octubre de 2017, 21:20h
Se esperaba un mensaje conciliador, que llamara al diálogo, al entendimiento entre todas las partes y a una posible negociación, por mucho que estableciera el límite de la Constitución. Cosa que, por otra parte, se da por exigible al monarca. Pero Felipe VI ha sorprendido a todos con un mensaje duro, contundente, nada empático con gran parte de la sociedad catalana. Ha desoído su clamor por buscar otro nuevo encaje político en el Estado español o fuera de él y ha exigido concordia y unidad de las fuerzas constitucionalistas para establecer orden y que se haga cumplir la Ley. Habrá consecuencias por sus palabras, claro está, y nada positivas desde Cataluña.

El tiempo dará y quitará razones a la Corona, pero éste ha podido ser uno de los mensajes que le pasen factura en su historia como rey de todos los españoles. Tras un silencio muy criticado desde el domingo, con la polémica actuación policial contra los votantes del referéndum ilegal en Cataluña, se reclamaba algún pronunciamiento de Felipe VI, pero nadie esperaba que llegara vía televisión, en mensaje solemne a la nación.

Mucho menos, se esperaba que fuera en estos términos: empatía cero con los catalanes que reclaman un referéndum y el derecho a decidir y un posicionamiento cercano a los partidos que tanto han perdido apoyos en la sociedad catalana y en gran parte de la sociedad española: PP, PSOE y Ciudadanos.

El Rey ha acusado a la Generalitat de "una deslealtad inadmisible" y de dividir a la sociedad catalana y poner en riesgo la estabilidad económica de todos. "Con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente", sentenció, sin ninguna piedad ni acercamiento al Govern catalán.

Reacciones al mensaje del Rey

Y esas reacciones adversas no han tardado en llegar. Pablo Iglesias ha sido uno de los más críticos, afirmando en un tuit: "Como presidente de un grupo parlamentario que representa a más de 5 millones de españoles, le digo al Rey no votado: no en nuestro nombre".

El otro gran líder la izquierda nacional, Alberto Garzón, no ha dejado pasar la ocasión para lanzar un mensaje republicano y por tanto, muy antimonárquico: "¡Ni un llamamiento al diálogo! El jefe de Estado acaba de enrocarse en la posición más infame: la falta de política. ¡Viva la República!". Por su parte, Izquierda Unida dijo en Twitter: "El #ReyDeBastos actúa como un hooligan al dictado de Rajoy. Mismo discurso incendiario e irresponsable".

Como era de esperar, el PP ha elogiado el discurso monárquico y se unieron a su mensaje "de tranquilidad del Rey Felipe VI y decimos a los catalanes que no están solos: estamos con ellos". "El Rey Felipe VI ha vuelto a comprometerse con la legalidad porque no puede haber democracia sin ley", dijo Pablo Casado en una comparecencia especial para la ocasión.

Discurso íntegro de Rey Felipe VI:

B​uenas noches,

Estamos viviendo momentos muy graves para nuestra vida democrática. Y en estas circunstancias, quiero dirigirme directamente a todos los españoles. Todos hemos sido testigos de los hechos que se han ido produciendo en Cataluña, con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada −ilegalmente−la independencia de Cataluña.

Desde hace ya tiempo, determinadas autoridades de Cataluña, de una manera reiterada, consciente y deliberada, han venido incumpliendo la Constitución y su Estatuto de Autonomía, que es la Ley que reconoce, protege y ampara sus instituciones históricas y su autogobierno.

Con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado. Un Estado al que, precisamente, esas autoridades representan en Cataluña.

Han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de Derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando ─desgraciadamente─ a dividirla. Hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada. Esas autoridades han menospreciado los afectos y los sentimientos de solidaridad que han unido y unirán al conjunto de los españoles; y con su conducta irresponsable incluso pueden poner en riesgo la estabilidad económica y social de Cataluña y de toda España.

En definitiva, todo ello ha supuesto la culminación de un inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas de Cataluña. Esas autoridades, de una manera clara y rotunda, se han situado totalmente al margen del derecho y de la democracia. Han pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir democráticamente su vida en común.

Por todo ello y ante esta situación de extrema gravedad, que requiere el firme compromiso de todos con los intereses generales, es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía.

Hoy quiero, además, transmitir varios mensajes a todos los españoles, particularmente a los catalanes.

A los ciudadanos de Cataluña –a todos− quiero reiterarles que desde hace décadas vivimos en un Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley. Porque, como todos sabemos, sin ese respeto no hay convivencia democrática posible en paz y libertad, ni en Cataluña, ni en el resto de España, ni en ningún lugar del mundo. En la España constitucional y democrática, saben bien que tienen un espacio de concordia y de encuentro con todos sus conciudadanos.

Sé muy bien que en Cataluña también hay mucha preocupación y gran inquietud con la conducta de las autoridades autonómicas. A quienes así lo sienten, les digo que no están solos, ni lo estarán; que tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles, y la garantía absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos.

Y al conjunto de los españoles, que viven con desasosiego y tristeza estos acontecimientos, les transmito un mensaje de tranquilidad, de confianza y, también, de esperanza.

Son momentos difíciles, pero los superaremos. Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante. Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos. Porque nuestros principios democráticos son fuertes, son sólidos. Y lo son porque están basados en el deseo de millones y millones de españoles de convivir en paz y en libertad. Así hemos ido construyendo la España de las últimas décadas. Y así debemos seguir ese camino, con serenidad y con determinación. En ese camino, en esa España mejor que todos deseamos, estará también Cataluña.

Termino ya estas palabras, dirigidas a todo el pueblo español, para subrayar una vez más el firme compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia, mi entrega al entendimiento y la concordia entre españoles, y mi compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España.

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