El secretario general del PSOE está siendo uno de los líderes políticos nacionales más cuestionados por la gestión de la crisis catalana. Escondido el día 1 de octubre cuando la violencia tomaba las calles de esta comunidad durante la jornada del referéndum, se considera que su tibieza y su falta de liderazgo y carisma están siendo absolutos. Pedro Sánchez no ha sabido ser una alternativa a Rajoy e incluso Rivera o Iglesias están acaparando mayor protagonismo a la hora de intervenir en esta crisis política.
Soluciones sin tirón
Lo último que ha podido hacer, según informa ahora el diario 'El País', es convocar a todos los presidentes autonómicos y líderes territoriales del PSOE para buscar una posición común de cara al desafío independentista. Una medida que parece pasará desapercibida y que no ha conseguido atraer muchos apoyos, como sus propuestas para un modelo federal que frene a Cataluña. El líder socialista, a pesar de que es el jefe de la oposición, no tiene escaño, y sin presencia parlamentaria se ve muy frenado a la hora de ser influyente.
Escondido
Continuamente envía a Margarita Robles o José Luis Ábalos para comparecer ante la prensa con importantes anuncios, como la petición de reprobar en el Congreso a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, otra idea que ha sido muy criticada y de perfil bajo. Ni siquiera contará con el apoyo de Unidos Podemos y el resto de grupos. Sánchez ha sido incapaz de ser una alternativa a Rajoy también a la hora de influir en las instituciones y partidos catalanes para frenar los planes soberanistas y no está en la agenda de nadie en España y mucho menos en la de líderes internacionales y europeos.
Mediación nula
Tampoco se la ha visto mover hilos para ser mediador con la Iglesia catalana o los empresarios de la región. Rajoy sólo cuenta con él para exigir el apoyo del PSOE a cualquier medida de represión al referéndum y ninguna idea suya ha sido tomada en cuenta para gestionar la crisis en Cataluña. Ninguna de ellas está en agenda. Además, cuando han llegado los mensajes del Rey o de Puigdemont, las reacciones de Rivera o Iglesias han sido muy escuchadas, mientras que él se ha escondido en actores secundarios del PSOE.
Indefinición
Su tibieza entre el apoyo a Rajoy y al mismo tiempo la crítica al Gobierno por cómo ha gestionado la crisis catalana le colocan en una posición indefinida. Ni se le ve en un frente constructivo ni tampoco se alinea al cien por cien con los partidos llamados 'constitucionalistas', PP y Cs. Lo suyo es la indefinición, al menos desde el punto de vista de la propaganda, para que su mensaje cale en la ciudadanía.
Su perfil bajo está más hundido que nunca pese a su buen momento cuando logró retomar la secretaría general del PSOE hace unos meses. Y lo peor no es que no "esté", sino que tampoco se le espera...
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