Ayer fue el Banco Sabadell quien dio la campanada al anunciar que trasladaba su sede social a Alicante. Este viernes ha sido el turno de la energética Gas Natural-Fenosa, que ha decidido mudarse a Madrid, y de CaixaBank, que ha decidido trasladarse a Valencia.

El Gobierno se lo ha dejado fácil con una 'guerra sucia' contra el Ejecutivo catalán, aprobando un decreto ley este viernes que permite el cambio exprés de domicilio social sólo con la decisión del consejo de administración, sin necesidad de convocar una junta de accionistas.

Otras importantes compañías también han decidido en los últimos días el cambio de su sede o sopesan hacerlo en breve. Ya lo han hecho la biotecnológica estadounidense Oryzon (a Madrid), la operadora de telecomunicaciones Eurona (a Rivas-Vaciamadrid) o la pionera en este asunto: la empresa de productos dietéticos Naturhouse. La firma de servicios de impresiones Service Point también ha solicitado a la CNMV el cambio de domicilio social.

Las siguientes empresas serán la textil DOGI (se marchará a Madrid), el distribuidor odontológico Proclinic Expert (a Zaragoza) y parece ser que también la aseguradora Catalana Occidente.

Medios como 'Antena 3' y 'El Mundo' aseguran que la constructora Abertis, también estaría estudiando el cambio de sede.

Por su parte, la conocida bodega de vinos y cavas Codorniu no descartó también su marcha y señaló que es responsabilidad de las empresas "poner sobre la mesa el riesgo económico global que existe" y lamentó que sean las compañías las que tengan que pagar las consecuencias. Codorniu subraya que es una empresa "catalana y también española" y critica que haber sido vinculada con el independentismo sin tener nada que ver.

En este contexto, la agencia de calificación Fitch ha puesto en perspectiva negativa la nota de la deuda de Cataluña por la "tensión política" generada por el referéndum del 1 de octubre que, según advierte, podría derivar en "hechos inesperados" que pongan en riesgo la liquidez de la comunidad autónoma.

Reacciones políticas

En relación con el traslado de las sedes sociales de empresas catalanas, el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, antes de conocerse la decisión del Sabadell, afirmó en una entrevista en La Sexta que "vaticinios de este tipo" se llevan escuchando desde hace años, pero que "nunca se han cumplido".

Por su parte, la diputada de la CUP Mireia Boya quitó importancia a estos traslados y dijo que ellos apuestan por "la banca ética". La también diputada de esta formación Eulàlia Reguant reclamó que la Generalitat dejara de trabajar con Banco Sabadell, CaixaBank y BBVA.

Mientras, el ministro de Economía, Luis de Guindos, subrayó el compromiso de CaixaBank y el Sabadell con sus clientes, depositantes y accionistas y las definió como "solventes, catalanas, españolas y europeas". "Puedo asegurar que tienen las ideas muy claras y están totalmente comprometidas", declaró.

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