La curva de rentabilidad del Tesoro estadounidense se está aplanando, al mismo tiempo que el diferencial entre la deuda a 2 años y su par alemán se amplía a un máximo de 17 años. Precisamente ayer, el presidente de la Fed de Dallas señalaba que la caída de la rentabilidad de los bonos del Tesoro a 10 años, que ha caído 10 puntos básicos en lo que va del año, podría reflejar expectativas de los inversores de un crecimiento más lento de la economía en el largo plazo en lugar de condiciones financieras más relajadas. También declaró que prevé que el tipo de los fondos federales alcance su nivel neutral en el 2,5%, aunque podría ser más bajo debido a un potencial declive del crecimiento de Estados Unidos en el largo plazo. Mientras tanto, a una semana de que se celebre la reunión del BCE, algunos de sus miembros muestran sus opiniones en relación a los siguientes pasos que debe dar la institución monetaria. Ayer, el gobernador del banco central de Francia abogaba por una reducción de las compras de bonos del BCE hacia "su posible finalización", a la luz del aumento de la inflación, aunque dijo que la política monetaria tendría que continuar siendo expansiva. "Debería haber una reducción adecuada de nuestras compras de activos netos, hacia su posible finalización, mientras mantenemos un grado sustancial de flexibilidad, por medio de todos nuestros otros instrumentos". Otro miembro del Comité Ejecutivo, apuntaba en el mismo sentido al señalar que el BCE debería considerar modificaciones en su programa de compra de bonos, teniendo en cuenta el mayor optimismo sobre la evolución de la economía.
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