El boicot a los productos catalanes como respuesta al desafío soberanista es algo que empieza a cobrar fuerza. Tanto es así que el propio ex ministro y ex presidente de la Eurocámara Josep Borrell se ha visto obligado a hacer un llamamiento para que esto no ocurra.
"Por favor, paren eso, no castiguen a los trabajadores de Cataluña, no boicoteen los productos catalanes, contribuyan a reconstruir una relación de afecto o sufrirán mucho los que menos culpa tienen y no vamos a solucionar el problema", reclamó Borrell en unas declaraciones recogidas por EFE en las que alertaba de que la situación económica de Cataluña con la fuga de depósitos y empresas es crítica.
Sin embargo, el boicot comercial parece que no es unidireccional.
Desde la directiva de Òmnium, Eulàlia Solé ha anunciado que impulsarán iniciativas más allá de las calles: "Acciones mucho más directas, cosas que nos empoderen como consumidores". Movilizaciones que consideran más eficaces porque a la UE y al Estado les "duele el bolsillo", sostuvo, según recogió EP.