Terrible el episodio que los espectadores de TVE han tenido que presenciar en directo entre el diputado de ERC en Madrid Gabriel Rufián y el periodista Sergio Martín, director y presentador de los 'Desayunos de TVE'. El político independentista estuvo tenso desde el comienzo pese a aceptar se entrevistado en directo por TVE en relación a las declaraciones de varios ex consellers catalanes en la Audiencia Nacional por la proclamación de independencia.
Primero, y con razón, se quejó de que el retorno de sonido le llegaba mal a su auricular, por lo que comenzó a presentarse muy molesto por las incomodidades de tener que escuchar su propia voz a destiempo y no poder hablar a gusto. Martín le pidió disculpas y dio tiempo para solucionar el problema técnico, pero Rufián ya mantuvo el gesto torcido o más si cabe. Fue entonces cuando comenzó a cuestionar las preguntas que le llegaban desde el plató de los Desayunos, hasta el punto de no parar de gesticular, con más mala educación que razones de peso.
El malestar era tan visible e incómodo para los espectadores que el periodista le recriminó su actitud y sus respuestas tan ambiguas, cortas y simplemente por cubrir el expediente. Entonces Rufián comenzó a estallar y le explicó que, ante esta "línea editorial" que tenía su medio, en relación a la actualidad política catalana, sus respuestas eran acorde a lo recibido. Martín se encendió y defendió a sus espectadores y su equipo y aseguró que era totalmente profesional e independiente a la hora de entrevistarle y le exigió que no les tomara "por imbéciles" con sus respuestas.
La entrevista acabó en ese momento de forma abrupta con una despedida falsamente cordial con agradecimientos y saludos que más parecían puñales. Rufián, a la par que daba los buenos días y las gracias, continuó con sus caras y gestos para ridiculizar la situación que la pareció tan 'divertida'.
"Lo que acaba de pasar solo puede ocurrir en una televisión pública porque hay que dar cabida a todo el mundo y todas las ideas; en una televisión privada esta actitud desdeñosa no se le hubieran aguantado" terminó diciendo a sus espectadores Martín.
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