La izquierda se posiciona pese a sus tesis primeras contra la independencia y a favor de la ciudadanía. Ha tomado claro partido por los apresados miembros del Govern, que se saltaron todas las leyes, y les consideran "presos políticos". Mientras, el PSOE guarda silencio, aceptando lo sucedido, y firma su sentencia de separación con Podemos y el resto de grupos que podían facilitarle un mandato político en el futuro. El PP se queda sólo con el apoyo de Ciudadanos, con quienes no tienen suficientes votos para sacar adelante los Presupuestos del país. El PNV ya ha avisado que se vayan olvidando...
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, propuso ayer la creación de un "frente común" para "conseguir la libertad de los presos políticos". En una declaración institucional, tildó el encarcelamiento del ex vicepresidente y exconsellers de la Generalitat de "despropósito jurídico". En su opinión, se trata de "una medida sin precedentes en la historia reciente de las democracias europeas y un gravísimo error político" que "aleja la solución" y "arroja a la pendiente resbaladiza del autoritarismo".
"Es un día negro para la democracia y para Cataluña", enfatizó Colau, que recordó que el Ayuntamiento de Barcelona ha reconocido que, aunque el Gobierno catalán esté cesado por la aplicación del 155, "todos ellos forman el Gobierno catalán legítimamente escogido en las urnas". Para la alcaldesa, el encarcelamiento del exvicepresidente y exconseller "es una decisión que sólo se explica por deseo de venganza y de tener como objetivo humillar a las instituciones catalanas y a sus legítimos representantes". Se trata, añade Colau, "no sólo del peor ataque al autogobierno catalán en democracia, sino de un ataque contra los mismos fundamentos democráticos del Estado español".
Colau pide al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que "dé los pasos necesarios para frenar esta espiral represiva" e insta a "la inmediata libertad" del exvicepresidente Oriol Junqueras, los exconsellers y de los líderes de la ANC y de Òmnium Cultural. "La relación entre España y Cataluña se tiene que resolver con las urnas y no con la prisión", concluye Colau.
Miles de personas, 20.000 según la Guardia Urbana, se concentraron ayer por la tarde ante el Parlament convocadas por las entidades soberanistas ANC y Òmnium para pedir la liberación de "presos políticos" tras la entrada en prisión del exvicepresidente y ocho exconsejeros de la Generalitat. Los manifestantes corearon consignas contra lo que consideran "dictadura" y "vergüenza de Europa" y a favor de la independencia. Asimismo, reclamaron una huelga general, idea que fue defendida por el diputado de la CUP Albert Botrán, quien instó a los sindicatos a estar "a la altura".
El secretario general de Podem, Albano Dante Fachin, fue el más aplaudido cuando llamó a responder desde la pluralidad para "hacer temblar los cimientos de un Estado antidemocrático".
Desde otra perspectiva, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se confesó avergonzado tras conocer la orden de prisión de Junqueras y los ex consellers, pidió su "libertad" y los calificó de "presos políticos". Sin embargo, el líder de IU, Alberto Garzón, evitó grandes pronunciamientos y aunque condenaba la acción de la Audiencia Nacional, evitó el término de "presos políticos". El ex mandatario comunista Paco Frutos ya criticó a la nueva izquierda la postura que está manteniendo con el independentismo catalán.
Mientras, el PSOE se esconde. El portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, Óscar Puente, señaló que su partido "no entra a valorar la decisión judicial", y añadió: "La política a la política, y los jueces a la justicia". Mientras, el PSC "respeta y acata" la decisión judicial, pero la ve "desproporcionada". Pero el ex presidente de la Generalitat José Montilla tachó de "absolutamente desproporcionado" en el encarcelamiento de los exconsellers.
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