Santi Vila, que dimitió justo antes de la declaración de independencia en el Parlament, acudió ayer a su cita judicial solo, separado de sus antiguos compañeros de Govern, y entre gritos e insultos de los concentrados frente a la Audiencia Nacional.
Vila salió de prisión este viernes tras haber abonado la fianza de 50.000 euros. Sus abogados procedieron al pago de la fianza impuesta por la jueza Lamela, pero tuvo que pasar la noche en la cárcel.
Este jueves, la Audiencia Nacional envió a prisión incondicional al ex vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras y a otros 7 ex consejeros, después de que acudieran a declarar en la causa que investiga los delitos de rebelión, sedición y malversación en torno al desafío soberanista catalán. El resto del Govern, Puigdemont y otros 4 ex consejeros ( permanecen en Bruselas, por lo que no acudieron a su cita judicial y podrían ser detenidos por las autoridades belgas si así lo decide la juez.
La juez Lamela decidió también fijar prisión eludible bajo fianza para Santi Vila, que dimitió de su cargo ante la negativa de Carles Puigdemont a convocar elecciones en Cataluña. En su caso, la juez entiende que no hay riesgo de reiteración delictiva, ya que "desistió voluntariamente de proseguir con el proceso soberanista" con su dimisión.
A partir de su salida de prisión, Vila seguirá cumpliendo el resto de medidas cautelares, entre las que se encuentran la prohibición de salida de España, la entrega de pasaporte, la obligación de comparecer cada 15 días en el juzgado más cercano a su domicilio, y la fijación de un teléfono y domicilio fijos, que permitan su localización inmediata.
Vila fue el único de los asistentes que respondió a las preguntas de Fiscalía, ya que el resto se limitaron a responder a sus abogados. Vila se ha postulado como posible candidato electoral del PDeCAT para el 21 de diciembre. Su perfil se percibe con mucha proyección. Está casado con su novio, un conocido chef.
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