Con la mirada en Corea del Norte, el presidente estadounidense llegó ayer a Beijing, en su primera visita a China. Las reuniones que mantendrá esta semana con el presidente chino se centrarán en abordar los desequilibrios comerciales entre ambos países. En no pocas ocasiones el presidente de EE.UU. ha criticado el enorme superávit comercial de China con su país y ha acusado a Pekín de prácticas comerciales desleales. Ayer, datos publicados mostraron que las exportaciones de China a Estados Unidos aumentaron un 8,3% interanual en octubre, mientras que las importaciones aumentaron un 4,3%. El resultado fue un superávit comercial de 26.620 millones de dólares con Estados Unidos el mes pasado, por debajo del récord de 28.080 millones de dólares registrado en septiembre. El primer ministro del país anunciaba ayer que China mantendrá su política macroeconómica estable el próximo año. Según el mandatario, la economía china está en vías de cumplir con el objetivo de crecimiento anual del Gobierno del 6,5% este año, pero aún se enfrenta a incertidumbres. “Las arraigadas contradicciones en la economía doméstica siguen teniendo impacto y no es posible ignorar los numerosos riesgos y peligros ocultos". La economía de China creció un 6,9% en los nueve primeros meses del año, superando las previsiones, gracias entre otros a los fuertes gastos en infraestructura del Gobierno y a la solidez inesperada de las exportaciones. El año pasado, el PIB aumentó un 6,7%, la menor tasa en 26 años.
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