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Luis García Berlanga
Luis García Berlanga (Foto: Flickr Casa de América)

Las 10 mejores películas de Luis García Berlanga

sábado 12 de junio de 2021, 13:00h
Luis García Berlanga fue el director más representativo de la historia del cine español y, posiblemente, el mejor de su historia tras el gran Luis Buñuel. En una época en la que la realidad parece empeñada en copiar su cine (toda la historia de la independencia de Cataluña parece sacada de una de sus películas) vamos a repasar nuestras 10 películas favoritas de la filmografía de un director que es tan importante para entender el país en el que vivimos como antes lo fueron Quevedo, Goya o Valle-Inclán.

Esa pareja feliz (1951)



'Esa pareja feliz' supuso el debut en el cine de Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem y está protagonizada por Fernando Fernán Gómez, así que, solo con eso, ya se la puede considerar parte fundamental de la historia del cine español. Pero es que, a pesar de no haber envejecido tan bien como sus siguientes películas, tampoco está falta de encanto, logrando meter un poco de crítica social en el anquilosado cine de posguerra, tomando prestada algo de influencia del neorrealismo italiano.

Bienvenido Mister Marshall (1953)



Historia viva del cine español, Berlanga se destapó como nuestro director de referencia en esta caústica película. La historia de cómo entre él y Bardem transformaron lo que iba a ser un musical, a mayor gloria de la estrella de la época Lolita Sevilla, en esta obra maestra de humor negro sobre el Plan Marshall es ya leyenda. Nada mejor que 'Bienvenido Mister Marshall' para definir toda una época. El guión de Berlanga, Bardem y Miguel Mihura está lleno de citas que han pasado al imaginario popular comenzando con el mítico: "Como alcalde vuestro que soy os debo una explicación, y esa explicación que os debo os la voy a pagar". Como curiosidad también se puede comentar que es la película que marca la primera aparición de la palabra que aparecerá en todas sus películas, austro-húngaro. Y es que si Hitchcock siempre hacía un cameo, Berlanga siempre metía la dichosa palabrita, aunque fuera con calzador.

Calabuch (1956)



La más desconocida de sus grandes obras maestras, 'Calabuch' es todo un prodigio de película que se desarrolla en un pueblo utópico y costumbrista, alejado de la realidad, que puede servir de antecedente del de 'Amanece que no es poco' o incluso del Cicely de 'Doctor en Alaska', en el que termina un científico estadounidense harto de que sus descubrimientos se utilicen para la carrera armamentística, en una clara sátira antinuclear. Para un hombre normalmente asociado al vitriolo y a la negrura, Calabuch es como un remanso de paz, el lugar idílico en el que le gustaría terminar sus días. Puede que sea la película más bonita de su filmografía

Los jueves, milagro (1957)



'Los jueves, milagro' es una buena película pero no es la obra maestra que debería ser debido a la censura franquista. Berlanga tenía pensada una verdadera bomba de relojería contra una de las instituciones que más le chirriaban, la iglesia católica española. Para ello ideó un guión en el que las fuerzas vivas de un pueblecito de provincias se inventan una "aparición", como la de Lourdes, para atraer turistas al pueblo y hacer caja. Entre ellos deciden elegir a uno, el mismísimo Pepe Isbert, por su parecido con una talla de San Dimas que hay en la iglesia, para llevar a cabo el engaño. En la idea original la película terminaba con una desastrosa aparición que nadie se creía, menos el pobre Mauro, el "tonto del pueblo", que se quedaba esperando el milagro. Pero la censura se negó y solo le dejó rodar a cambio que imponer las sugerencias de un cura. Así se hizo y se rodó un nuevo final en el que el aparece el verdadero San Dimas. Berlanga se lo tomó con ironía y solicitó que el cura apareciera en los títulos de crédito como autor del guión, junto a él y José Luis Colina, pero se lo denegaron.

Plácido (1961)



OBRA MAESTRA, así con mayúsculas, que supuso la primera colaboración entre Berlanga y Rafael Azcona, la pareja más importante de la historia del cine español. Los dos cráneos más privilegiados de nuestro cine se ríen de la caridad cristiana urdida por el régimen franquista, bajo el lema "ponga un pobre a su mesa", y expone la hipocresía de la burguesía al tratar de limpiar sus conciencias. Las tribulaciones del pobre Plácido por pagar la letra de su motocarro en Nochebuena son un devastador retrato de la España costumbrista de la época. El cómico Cassen, en su primer papel para el cine, como Plácido Alonso y José Luis López Vázquez como Gabino Quintanilla se merecen una estatua por sus increíbles interpretaciones en una película en la que vuelve a brillar todo el reparto coral, una de las marcas de la casa. 'Plácido' fue una de las películas de Berlanga que tuvo mayor reconocimiento internacional, llegando a estar nominada al Oscar como mejor película de habla no inglesa (estatuilla que se llevaría Ingmar Bergman por 'Como en un espejo').

El Verdugo (1963)



Primer guión completo de Azcona y Berlanga para una de las dos o tres mejores películas de la historia del cine español. La paleta se ha ennegrecido y la pareja que mejor ha entendido a la España del Siglo XX no deja títere con cabeza. La negrura de la España franquista encuentra su mejor cronista en una comedia en la que cada carcajada, y hay muchas, duele. Así era (¿es?) este país y así nos lo contaban Berlanga y Azcona, pongan esta obra y se predecesora a la altura de las pinturas negras de Goya o el esperpento de Valle-Inclán para entender nuestra historia y lo que somos. También fue la ultima colaboración con el gran Pepe Isbert, en una película por la que también desfilan José Luis López Vázquez, Alfredo Landa, Manuel Alexandre o Agustín González, acompañando al trío protagonista formado por el propio Isbert, Nino Manfredi y Emma Penella. Posiblemente la mejor película de su carrera.

La escopeta nacional (1978)



Tras rodar dos de las mejores películas de todos los tiempos, Berlanga vivió una especie de travesía por el desierto, pero en 1978, nuevamente con Azcona como coguionista, volvió por todo lo grande con 'La Escopeta Nacional', otra sátira brutal que inauguró la última etapa de su carrera, la que se desarrolló fuera de la censura franquista, pero en la que la brocha gorda y el humor escatológico comienzan a hacerse cada vez más presentes. Aun así esta crítica de la última etapa de los años del franquismo, que se basa en las cacerías del dictador, es una comedia subversiva y fresca en la que vuelven a sacar el bisturí para diseccionar con tino nuestra sociedad. Lo que encuentran vuelve a ser puro esperpento, dando para un amplio catálogo de mezquindades y vilezas. Berlanga vuelve a demostrar su increíble ojo con los actores haciendo debutar a Luis Escobar, a una edad en la que es más normal jubilarse, como el Marqués de Leguineche, un personaje que se convertirá en el eje de las siguientes partes de esta saga, hasta el hecho de conseguir que se la conozca como 'la trilogía de los Leguineche'.

Patrimonio Nacional (1981)



Quien pensara que la muerte del dictador les iba a quitar un mínimo de acidez a su mirada, se equivocaba. Berlanga y Azcona miran de reojo a la naciente democracia y a la Transición y siguen encontrando muchos de los anteriores males. Los Leguineche vuelven a Madrid, en concreto al Palacio de Linares, de su "exilio" en su finca de campo, donde pretenden seguir gozando de sus anacrónicos privilegios. Una mirada (berlanguiana, como no podía ser de otra forma) satírica y mordaz a una época en la que no todo se hizo bien-

La Vaquilla (1985)



El director más destacado de nuestra filmografía tenía guardado en el cajón un guión, firmado junto al gran Rafael Azcona, sobre la Guerra Civil, uno que, por motivos evidentes, no había podido filmar durante el franquismo. Se trataba de una historia en la que un grupo de soldados republicanos se infiltraban en las fiestas de un pueblo del bando nacional para robarles la vaquilla y asestarles un golpe moral, además de conseguir algo que comer. Cuando finalmente la lograron rodar, convirtiéndose en la más cara del cine español hasta ese momento, entregaron una de esas películas a las que siempre merece la pena volver, juntando lo mejor de Berlanga, Azcona y Landa. Ahí es nada. En una película coral, como casi todas las del valenciano, como 'La Vaquilla' la interpretación de Alfredo Landa solo se puede calificar como milagrosa. Al lado de gente como Sacristán, Santiago Ramos o Agustín González, Landa saca lo mejor de sí mismo y nos hace reír con una situación que no tiene ni puñetera gracia. Berlanga y Azcona dejan claro que en una guerra fraticida no puede haber ganadores, con una escalofriante escena final en la que la vaquilla termina muriendo en tierra de nadie, en medio de las trincheras de los dos bandos, siendo pasto de los buitres... Unos buitres que el propio Berlanga se encargó de aclarar que representaban a la iglesia católica que se apoderaría del país durante el franquismo.

Todos a la cárcel (1993)



'La vaquilla' es la última gran película de Berlanga, pero 'Todos a la cárcel' tiene sus momentos. En esencia es una especie de 'La escopeta nacional' en la época de la corrupción política y la cultura del pelotazo que supuso la Expo y los Juegos Olímpicos. Puede que sea demasiado excesiva, demasiado 'berlanguiana' si se quiere, con poca historia y múltiples personajes, pero Berlanga sigue siendo un cronista mordaz y sigue viendo las miserias inherentes a nuestro país. Además 'Todos a la cárcel' le supuso dos premios Goya, uno como mejor director y otro como mejor película.

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