La crisis catalana pasa factura en todos los planos. El ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró ayer en el Congreso de los Diputados que España que aunque el impacto en los mercados financieros de la crisis secesionista en Cataluña ha sido "moderado", de no haberse producido el pulso secesionista la prima de riesgo no estaría en los 115 puntos -ayer cerró en 117- sino "en el entorno de 85 o 90 puntos" y el Estado se financiaría a un interés menor.
Asimismo afirmó que sin esta inestabilidad, las agencias de rating habrían subido la nota de España a notable, con un grado de riesgo bajo de impago a nivel A, en vez de mantener el BBB en el que se encuentra actualmente.
El ministro lamentó el deterioro de la economía catalana. "Si desde el inicio de la recuperación y hasta el tercer trimestre del año Cataluña lideraba el crecimiento en España, las previsiones apuntan a que en el cuatro trimestre de 2017 su economía se desacelerará y crecerá claramente por debajo de la del conjunto del país", recordó. No obstante confió en que tras la aplicación del artículo 155 y la celebración de las elecciones autonómicas el 21 de diciembre la incertidumbre se disipará y la economía española volverá a crecer al 3% o más. "Se ha dado la vuelta a la caída libre de expectativas que había en Cataluña", dijo, y habló incluso de un "efecto rebote" sobre la actividad que produzca un crecimiento aún más fuerte.
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