Uber ocultó a sus millones de clientes que fueron víctimas de un hackeo de datos personales

La polémica compañía de transportes urbanos en coche Uber ha reconocido que en 2016 fue víctima de un hackeo masivo de las cuentas de usuarios y por tanto de sus datos personales.

Su director general, el empresario de origen iraní Dara Khosrowshahi, ha aceptado en un comunicado que "a finales de 2016 nos dimos cuenta de que dos personas ajenas a la empresa habían accedido indebidamente a los datos de los usuarios almacenados en un servicio de nube que depende de terceros".

Eso sí, Khosrowshahi asegura, para tranquilizar a los usuarios, que estos hackers no habrían accedido a ubicaciones geográficas, números de tarjetas de crédito, números de cuentas bancarias, números de Seguro Social o fechas de nacimiento. Sí admite que "pudieron descargar archivos que contienen una cantidad significativa de otra información", que sería la identidad y datos de sus conductores en EEUU. También "alguna información personal" de sus 57 millones de usuarios, como nombres, direcciones de correo electrónico y números de teléfono móvil.

Respecto a por qué Uber lo ha hecho público un año después, explica su jefazo que mientras tanto se había realizado una "investigación exhaustiva" de lo que sucedido y se habían tomado apuntes para aprender de cara a futuros errores de seguridad. Además, se han intentado encontrar fraudes o usos relacionado con estos datos.

"Nada de esto debería haber sucedido, y no daré excusas para ello", se disculpa Khosrowshahi, quien añade: "Tomamos medidas inmediatas para proteger los datos y cerrar el acceso no autorizado (...) también implementamos medidas de seguridad para restringir el acceso y fortalecer los controles en nuestras cuentas de almacenamiento basadas en la nube".