Colau, Domènech e Iglesias naufragan: su plan ambiguo se estanca en Cataluña

Lo que fue 'Catalunya Sí que es Pot' hace dos años ya queda como un viejo proyecto del que nadie se acuerda. La unión de partidos de izquierdas y plataformas ciudadanas que comandó un independiente, Lluís Rabell, convenció por su discurso rupturista y cercano al pueblo. Buscaba soluciones para los ciudadanos al margen de las banderas y las luchas nacionalistas, y de la nada, debutando como tal, se encontró con 11 escaños en el Parlament que si bien no terminaron siendo decisivos para formar Govern, sí condicionó y mucho la política catalana.

'Catalunya Sí que es Pot' consiguió además de esos 11 escaños un apoyo del 8,9% de los catalanes. Había ganado las elecciones municipales en Barcelona meses antes y cuando se tradujo en una continuación del proyecto entre Podemos y los 'comunes' de Ada Colau, también tuvo gran éxito en las elecciones generales, obteniendo en Madrid la friolera de 12 escaños, superando con creces los 9 de ERC o los 8 de la antigua Convergència. Por eso muchos esperaban que el partido de la alcaldesa de Barcelona continuara su senda triunfal, cada vez más de la mano de Pablo Iglesias y con un candidato con buena imagen, Xavier Domènech.

Pero los últimos meses han sido convulsos para la formación de vocación ciudadana. Podemos en Cataluña, Podem, se fracturó entre los que estaban a favor del referéndum y la vía unilateral como resultado del derecho a decidir y la voluntad popular, decían, y en general, su postura ambigua a la hora de posicionarse entre la Constitución y la sedición le ha pasado factura. Si no mejora el 21 de diciembre lo que los sondeos vienen señalando desde hace semanas, tendrán la llave para formar gobierno... o no. El partido, ahora llamado 'Catalunya En Comú-Podem', obtendría según el sondeo de ayer del CIS sólo 9 escaños (perderían 2) y poca voz salvo para apoyar una investidura que se prevee imposible. Son la quinta fuerza política por importancia, y con ese dato, se pierde mucho poder.

Muchos hablan del posible tripartito, donde socialistas (PSC), 'comunes' (Catalunya En Comú-Podem) y republicanos (ERC) unirían fuerzas, olvidando la vía unilateral y los deseos soberanistas de estos últimos, algo que se precia imposible.