Lo que no está claro en el caso de asesinato del okupa Lanza al falangista Laínez

Todo caso de asesinato, cuando de por medio hay un móvil ideológico, siempre es más complejo de lo que puede parecer en un inicio. En este delito, donde murió Víctor Laínez en Zaragoza tras una presunta agresión del antisistema y okupa Rodrigo Lanza, ha habido varias versiones y muchas especulaciones.

Lo que se sabe hasta ahora: la declaración de Lanza tiene inconsistencias. Asegura que fue insultado por el falangista Laínez, un veterano y filofascista, y que se quiso defender pero no causarle los daños que finalmente le provocó. Alega una defensa propia que pocos consideran demostrable y realista.

Qué no sucedió: aunque en determinados círculos se está defendiendo que Lanza realizó un homicidio además de un delito de odio sin mediar palabra, pero no cuadran los hechos. También se quiso limitar la escena a la de un antisistema radical y violento que agredió mortalmente a un hombre sólo por llevar los colores de la bandera española en sus tirantes y su cinturón, señalándolo como un delito de odio sin más. Pero Laínez era falangista y es posible que ambos se enfrentaran previamente en el bar donde habían coincidido.

Qué no cuadra: ¿qué hacían saliendo en un mismo local, llamado El Tocadiscos, un falangista y un ansistema? Muchos consideran que algo no cuadra en este hecho, ya que la zona no era muy idónea para que se aunaran estas distintas ideologías, el barrio de La Magdalena, de ambiente más 'alternativo'. Se asegura que Laínez salía solo de fiesta y que llegó a las 3 de la mañana al bar. También hay contradicciones sobre el 'arma' empleada: algunas informaciones asguran que Lanza usó una barra de hierro y que le agredió por la espalda, sin posibilidad de reacción. Otros dicen que usó un sillín de una bicicleta y que precisamente abandonó la escena en una. El arma no ha sido encontrada así que no hay nada oficial todavía.

¿Es Rodrigo Lanza un criminal reincidente?: La cuestión es que el chileno nacionalizado español estuvo en la cárcel por dejar tetrapléjico a un policía durante un desalojo de okupas en un edificio en 2006. Aunque se ha querido vender como que es un asesino y un violento reincidente, hay quien defiende que su caso fue un ejemplo de mala suerte porque él soltó una maceta y el agente herido no llevaba casco, como el resto de policías. Recibió apoyos en su día, cuando fue condenado, incluso se menciona a Pablo Iglesias entre otros líderes políticos y sociales. Cumplió parcialmente su condena de 9 años: estuvo 7. El documental 'Ciutat morta', a favor de los okupas y en contra de cómo se juzgó el caso, denuncia fallos e incoherencias en la investigación y el proceso judicial posterior.

El móvil del crimen: se ha dado por hecho que Lanza agredió a Laínez sólo por sus ideas y que se trata de un delito de odio. Pero testigos presenciales que han declarado a la policía no se ponen de acuerdo sobre si hubo una discusión previa o no. Tampoco hay coincidencia de versiones sobre si la agresión sucedió fuera o dentro del bar. Algunos incluso cambian la versión sobre el golpe con un objeto contundente y apuntan a que Laínez sufrió una paliza dentro del bar por Lanza y sus acompañantes. El chileno fue el primer identificado porque se usó su tarjeta bancaria para pagar las consumiciones del bar. Otros testigos muestran unos sucesos diferentes: Laínez habría sacado una navaja y amenazado a Lanza con ella, y éste le terminó golpeando después.