El rey reclama actualizar España e impedir que las ideas distancien a las familias tras un "año difícil"

El rey ha empleado un tono mucho más amable en su discurso navideño para referirse a Cataluña, sin renunciar a la España común. Dos días después del referéndum del 1 de octubre, el rey habló de "deslealtad inadmisible" en alusión a la actitud por parte del Govern en torno al procés soberanista y posteriormente en la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias insistió en que "Cataluña es y será una parte esencial de la España del siglo XXI". En esta ocasión, ha admitido incluso errores de forma velada.

"No todo han sido aciertos, persisten situaciones difíciles y complejas", ha mantenido el Felipe VI sin aludir aquí directamente a Cataluña. No hubo alusiones al diálogo o la negociación como pretendían los nacionalistas, pero sí se refirió expresamente al procés.

Felipe VI ha dedicado unas palabras a la situación en Cataluña en su discurso de Nochebuena. El rey aludió a la historia de España construida en común. "Una España a la que no debemos renunciar", puntualizó. Eso sí, reclamó una "actualización" para fomentar la convivencia.

Si bien aseguró que España es una "democracia madura" donde cualquier persona puede expresar sus ideas, "pero no imponer las ideas propias" frente a los demás. "Nuestro sistema de derecho es imprescindible" para defender la pluralidad y los principios democráticos, insistió.

Cuando estos principios se pierden "la convivencia primero se quiebra y después se hace inviable", remachó.

A continuación, abordó abiertamente las elecciones en Cataluña y mandó un mensaje al próximo Govern de la Generalitat. "El camino no puede llevar de nuevo a la exclusión", concluyó alertando de que lo contrario lleva a un empobrecimiento de toda la sociedad.

La sociedad "diversa y plural" debe recuperar "la estabilidad y el respeto mutuo" de forma que "las ideas no distancien a las familias y los amigos", sostuvo el monarca para terminar el bloque dedicado a Cataluña en su mensaje navideño.