El Gobierno se reserva aplicar el 155 otra vez para frenar las investiduras a distancia de Puigdemont o Junqueras

El silencio del Gobierno Rajoy por las especulaciones sobre si es posible una investidura a distancia del huido Carles Puigemont o incluso del preso Oriol Junqueras tiene ahora su lógica. El Ejecutivo podría aplicar de nuevo el artículo 155, que es un comodín que puede usar tras el permiso del Senado para casos donde se ponga en peligro el texto de la Constitución. Y la investidura a distancia que intentan los partidos independentistas, retorciendo el reglamento del Parlament, sería una causa justificada para recurrir a él.

El Gobierno también podría actuar a través de un recurso ante el Tribunal Constitucional para evitar dicha investidura irregular y no presencial, pero sería una forma más rápida y menos arriesgada volver a apelar al 155 para evitar el espectáculo lamentable de Puigdemont siendo president desde Bruselas. Rajoy volverá a llamar a Sánchez y Rivera para ir de la manoa en nuesta nueva aventura.

Ya avisó de ello ayer el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, quien advirtió de que los constitucionalistas tomarían las decisiones necesarias para impedir que los independentistas vuelvan a buscar los extremos al reglamento del Parlament y las leyes, para lo que cuenta con el PSC y Ciudadanos.

Por su parte, la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, alertó de que un presidente catalán "holograma o por Skype" degradaría "todavía más" la imagen del Parlament. También recalcó que "no se puede ser presidente de la Generalitat estando en Bruselas, con graves cargos judiciales a sus espaldas y sin cumplir las leyes".

Sin embargo, todo parece que dependerá de lo que digan los letrados del Parlament, que salvo sorpresa, dirán que no es una fórmula adecuada a ley. Sobre todo porque nunca estaría presente para votar, exponer sus propuestas ni ser justamente controlado en su gestión por la Cámara autonómica en los debates.

El plan de Puigdemont

El ex president de la Generalitat pretende que su investidura sea telemática o por delegación y su socio necesario, ERC, ha encargado a sus servicios jurídicos la viabilidad de estas propuestas, sin perjuicio del análisis que pueden hacer los letrados del Parlament. Considera este partido que debe dejar intentar gobernar a la lista soberanista más votada, la de Puigdemont, pero no por ello renunciaría a un plan B que pase porque gobierne Junqueras.

Por su parte, la CUP admitió que no tenía conocimiento del acuerdo entre JxCat y ERC, y advirtió de que sólo apoyará a un Govern que apueste por la unilateralidad, aunque garantiza que no será "ningún obstáculo" para que se forme una Mesa de "mayoría republicana". El Gobierno sigue tomando nota para acumular motivos de aplicación del artículo 155.

Junqueras, ante el Supremo

Por su parte, el ex vicepresidente Oriol Junqueras ha solicitado al Tribunal Supremo que le traslade a una prisión catalana y le permita salir de prisión para asistir el día 17 al pleno de constitución del Parlament y al de investidura, de forma que su encarcelamiento no altere las "mayorías" de la Cámara. El abogado de Junqueras, Andreu Van den Eynde, presentó un escrito ante el juez Pablo Llarena en el que pide el traslado para que su defendido pueda desarrollar "su actividad de participación política".

Los diarios consideran que el recurso de Junqueras derrumba los argumentos de Puigdemont de poder ser investido presidente de la Generalitat sin regresar de Bruselas. EL MUNDO dice que "Junqueras retrata a Puigdemont". De igual modo, ABC destaca que "Junqueras dinamita la defensa legal del voto a distancia de Puigdemont". Por su parte, LA RAZÓN titula: "Dardo de Junqueras a Puigdemont: el diputado es 'insustituible'".