Una situación muy complicada para todos: los partidos independentistas se niegan a investir a otro candidato que no sea Carles Puigdemont. Algunos, como ERC, lo dicen sólo como reivindicación política, puesto que prefirirían otro candidato (suyo, a ser posible), pero son una piña: no quieren ceder ante el Estado español y están dispuestos incluso a amenazar con repetir elecciones, sabedores de que podría suponer ampliar su ventaja en el Parlament.
A este movimiento de resistencia contra el Estado español se suman la noticia de que los diputados Lluís Puig y Clara Ponsatí, de Junts per Catalunya (JxCat), consellers cesados por el artículo 155 de la Constitución el año pasado, y que anuncian que renuncian a sus actas. También podría hacerse efectiva la dimisión de la diputada de ERC y ex consellera Meritxell Serret. "Las renuncias responden al objetivo de asegurar la mayoría independentista parlamentaria. No es en ningún caso la renuncia al proyecto de Junts per Catalunya ni tampoco de la acción política", explicaron ayer fuentes de la denominada "lista del president".
Con este movimiento, en vísperas del pleno de investidura, el independentismo intenta asegurarse los 68 votos que suman mayoría absoluta en el Parlament. El anuncio de la renuncia se produjo el día después de que el Tribunal Constitucional determinara que "los miembros de la Cámara sobre los que pese una orden judicial de búsqueda y captura e ingreso en prisión no podrán delegar el voto en otros parlamentarios".
Puigdemont, por su parte, ya anunció ayer que pedirá autorización judicial para poder asistir al pleno de investidura convocado para este martes 30, según anunció ayer el diputado de JxCat, Josep Rull. Puigdemont solicitará en las próximas horas autorización al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena para poder asistir al pleno, requisito que establece la resolución del Tribunal Constitucional publicada hoy en el Boletín Oficial del Estado. Según varias fuentes, se asegura que el juez Llarena no cederá a esta petición.
Los independentistas sólo contemplan a Puigdemont
Según Josep Rull, "el Gobierno ha presionado a todos los poderes del Estado para evitar la investidura de Puigdemont", pero, "por el momento, no se contempla otra cosa que su investidura". "Cuando se dice Puigdemont o Puigdemont se está diciendo democracia o democracia", insistió el ex conseller.
La candidatura de Puigdemont también fue avalada desde las filas de ERC. El portavoz de la formación republicana, Sergi Sabrià, aseguró que, tras la resolución del TC, "queda más claro que Puigdemont ha de ser nuestro candidato, el de Junts per Catalunya, el de ERC, de la CUP y de todos los demócratas". Preguntado por las declaraciones de Joan Tardá a LA VANGUARDIA, en las que su compañero de partido señalaba que "si para tener Govern hace falta sacrificar al presidente Puigdemont, lo tendremos que hacer", Sabrià matizó que esa afirmación se había hecho antes de conocerse la resolución del TC.
En este contexto, desde el entorno de JxCAT insisten en que forzarán la convocatoria de otras elecciones autonómicas si se impide que Puigdemont sea elegido presidente de la Generalitat, según destacan especialmente los diarios LA VANGUARDIA y LA RAZÓN.
Puigdemont, opción inviable
Frente a la decisión de las fuerzas soberanistas de mantener a Puigdemont como candidato, los partidos constitucionalistas insistieron ayer en que su investidura es inviable e invitaron a los independentistas a buscar una alternativa.
El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, pidió a las formaciones soberanistas "que renuncien a su agenda y vuelvan a la ley y a la normalidad". "Lo que ha quedado claro es que Puigdemont tiene que venir a España, no a ser investido como presidente, que ya lo fue y despreció el serlo, sino a dar cuentas ante la Justicia", señaló el dirigente socialista.
Para el secretario de Comunicación de Ciudadanos, Fernando de Páramo, "es de sentido común que quien está huido de la Justicia no puede ser president de la Generalitat", por lo que pidió a los independentistas que no les hagan "perder más tiempo" y dejen de "degradar la figura del Parlament".
En el mismo sentido, el vicesecretario general de Comunicación del PP, Pablo Casado, pidió a los nacionalistas que "empiecen a pensar" en un candidato diferente a Puigdemont para la presidencia del Gobierno en Cataluña, que no tenga ningún problema judicial y que cumpla la ley para "volver a la normalidad institucional".
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