IU denuncia que muchos pueblos de la provincia de Cuenca presentan servicios esenciales caros y de mala calidad

"Ahora, por la nieve y otras inclemencias del tiempo. Hace un par de meses, por averías. Este verano, por robos en el cableado… ¡Siempre hay un argumento para justificar los cortes en el servicio del teléfono o de la electricidad! Por no decir del transporte: trenes de alta velocidad vacíos y a deshoras, trenes convencionales vacíos y lentos por lo maltrecha que está la vía, el abandono de las estaciones y los horarios imposibles… Líneas de transporte por carretera que se suprimen…": así se expresaba Arturo Zarzuela, Alcalde de Castillejo del Romeral, lamentando las condiciones en las que, en el año 2018, viven los pueblos pequeños de nuestra provincia.

Zarzuela se pregunta si “¿Es así como se piensan las autoridades que podremos combatir la despoblación, el envejecimiento, el desempleo y la desinversión en la provincia de Cuenca? ¿Es así como creen que va a llegar el turismo de calidad aquí? ¿Cómo vamos a atraer a Cuenca a gentes que huyen de la ciudad buscando proyectos vitales alternativos, si carecemos de telefonía, internet, carreteras, trenes y líneas de autocar suficientes y eficientes, modernizadas y adaptadas a las necesidades del siglo XXI?”

Y es que la situación vivida durante los últimos días no es nueva y se repite “de manera sistemática,” lo que lleva a pensar al regidor de IU si “¿es justo que a estas empresas subvencionadas y protegidas por los grandes poderes se les consienta dejar de atender a las personas que viven en el mundo rural conquense? A familias a las que les cuesta tanto conseguir el dinero para abonar esas facturas abultadas por epígrafes incomprensibles, que muchas de ellas se ven obligadas a no encender la luz, a privarse de la calefacción.”

Para IU, el suministro de la luz, del agua, del teléfono y de internet, el transporte hasta colegios y centros sanitarios deben ser considerados servicios básicos, protegidos por las autoridades. Deben ser considerados inembargables para las personas: “cuando nos va bien, el Estado cobra impuestos, tasas y exacciones, pero cuando nos va mal, nos abandona, porque el dinero de esos impuestos, tasas y exacciones no se ha destinado a lo que debieran –la protección de las personas en situaciones de desventaja social-, sino que tiene otros destinos, los cuales, como parece que todos sabemos según vemos en los distintos medios, ni son legales, ni son éticos, ni son defendibles. Si estamos hablando de la desaparición del Estado del Bienestar, este es uno de los ejemplos.”

Por último, Zarzuela ha explicado que “si las empresas suministradoras no están obligadas a tener constantemente sus infraestructuras actualizadas para asegurar el servicio, también en el ámbito rural, el abandono y el empobrecimiento, la injusticia y la desigualdad seguirán creciendo en nuestros pueblos, y no podremos hacer otra cosa que ver que desaparecen para que unos pocos bolsillos se llenen más.”