El Gobierno confirma su intención de modificar el modelo de inmersión lingüística en Cataluña para "garantizar la libertad de los padres para inscribir a sus hijos en la lengua vehicular que prefieran", según ha asegurado el ministro de Educación, Ìñigo Méndez de Vigo, que no ha aclarado cómo se llevara a cabo. Con esta modificación, que ya ha sido rechazada por PSOE, Podemos y la comunidad educativa en Cataluña, el Ejecutivo pretende introducir una casilla en las solicitudes de enseñanza para escoger el castellano como lengua vehicular.
"La preinscripción en Cataluña no garantizaba el derecho de los padres a inscribir a sus hijos en la lengua vehicular que preferían. Estamos estudiando que lo puedan hacer", ha explicado el ministro de Educación en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
El anuncio del posible cambio en el modelo educativo catalán, para introducir la elección del castellano como lengua vehicular, ha desatado el rechazo frontal de la comunidad educativa. Sindicatos como USTEC·STEs, mayoritario en la escuela pública, y CCOO creen que esta propuesta rompe la cohesión social en las aulas y defienden que el actual sistema garantiza el aprendizaje de las dos lenguas, al tiempo que han anunciado movilizaciones y huelgas si se lleva a cabo.
El Gobierno sabe que no puede modificar la ley educativa vigente en Cataluña, que emana del Parlamento autonómico, aunque según Méndez de Vigo, si "no se aplica correctamente en algún punto" se puede cambiar. Al amparo del artículo 155, el Ejecutivo pretende modificar el modelo de inmersión lingüística, vigente en Cataluña desde los 80, para introducir una casilla en las solicitudes de enseñanza para escoger el castellano como lengua vehicular.
El ministerio de Educación, que está estudiando la forma de llevar a cabo esta modificación, pretende incluir esta casilla del castellano a partir del curso 2018-2019. Las solicitudes de inscripción para el próximo curso quedarán determinadas en unas semanas cuando se publiquen las normas de matriculación.
Méndez de Vigo sostiene que la medida no pretende "cambiar ni el sistema educativo catalán ni su modelo lingüístico, sino garantizar la libertad de los padres" para elegir la lengua vehicular de sus hijos.
"El Ministerio no ha estado de acuerdo con cómo se ha llevado a cabo el proceso de inscripción en Cataluña porque no garantizaba el derecho de los padres a escoger la lengua vehicular de sus hijos. Estamos estudiando cómo, pero sin duda lo haremos", ha reiterado.
La comunidad educativa en Cataluña rechaza esta modificación, de la misma forma que el PSOE y Podemos, que defienden que ese debate debe tener lugar en el Parlament y no debe realizarse por la vía del 155, que sólo echaría más leña al fuego del conflicto político. Ciudadanos ya presiona al PP para que esta medida no se quede en palabras y se convierta en una realidad.
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