El ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont se reunió ayer con su equipo jurídico en la localidad belga de Waterloo. Según el diario 'El Economista', "valora su 'rendición' ante la falta de apoyos y de oferta a la CUP". Además, el político nacionalista está acorralado por una cuestión de dinero: al no haber regularizado su situación en Bélgica y llevar ya más de 90 días viviendo allí, no puede abrir ninguna cuenta en los bancos de ese país, así como el resto de ex consellers huidos.
Por otra parte, la presión de ERC es enorme. Este partido, otrora socio, aprovechó la decisión del Gobierno sobre el castellano en las escuelas para apremiar a Junts per Catalunya a formar cuanto antes un "Govern efectivo" para evitar que medidas como ésta se puedan extender. En este sentido se expresó el diputado de ERC en el Parlament Bernat Solé, quien consideró necesario quitarse de encima "la losa del 155" y recuperar el control de las instituciones catalanas.
También la presidenta del PDeCAT, Neus Munté, consideró "imprescindible" formar Govern "lo antes posible" para frenar el "ataque en toda regla" al modelo educativo catalán a través del 155. No obstante, JxCat pidió desvincular esta "amenaza" de la negociación sobre la investidura.
El ex presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sánchez se mostró ayer "impaciente" porque "la unidad entre independentistas se preserve", se "recupere el Govern y la normalidad" y "desaparezca el 155". De igual modo el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, pidió a ERC y a JxCat unidad y que su situación de cárcel provisional "no condicione" sus decisiones.
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