Casi nada es lo que parece. Menos aún en 'Los empeños de una casa', de la escritora mexicana Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695), -Juana Ramírez de Asbaje antes de profesar como monja-. Ni su figura literaria, ni la mujer, ni su ajetreada vida pueden pasar inadvertidas en pleno siglo XVII, ni a uno ni a otro lado del Atlántico. ¡Ya les gustaría a muchas mujeres (y hombres), de hoy en día llegar a parecerse un poco a Sor Juana! A los tres años ya leía, y eso que en aquella época no era nada habitual que las mujeres accedieran a la cultura. Joven brillante, culta y admirada, su poesía, ingeniosa, elocuente y expresiva, la convirtió en la personalidad más destacada de las letras virreinales del siglo.
'Los empeños de una casa' (1683), sube ahora al escenario de la Sala Tirso de Molina del Teatro de La Comedia, en montaje codirigido por Pepa Gamboa y Yayo Cáceres y con un elenco formado por actores de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico que, una vez más, vuelve a confirmar que solo la edad les tiene a un lado y no al otro de la compañía. La comedia de enredo de la dramaturga mexicana ha sido versionada por Antonio Álamo y en el resultado final del espectáculo (alegre, divertido y con una fuerza tremenda como no podía ser de otro modo con Gamboa y Cáceres por medio), es de subrayar también la limpieza y la intención en la dicción del verso en lo que mucho ha tenido que ver también Vicente Fuentes.
Aquí conviven amoríos, peleas, confusión, angustia, duda, desesperación y, claro está, desde el mismo título de la comedia, empeños que tienen que ver solo con la voluntad de unos cuantos personajes que, al final, no todos van a poder ver transformados en logros. Estupendo todo el elenco que se mete en la piel de sus personajes desde el primer minuto con sus voces, sus miradas, sus gestos corporales y faciales y, además, hasta cantando en varias ocasiones. Todo es obra del trabajo coral de los jóvenes (cito por orden alfabético), Daniel Alonso de Santos, Miguel Ángel Amor, Cristina Arias, Marçal Bayona, Pablo Béjar, José Fernández, Silvana Navas, Kev de la Rosa, David Soto Giganto y Georgina de Yebra.
La representación tiene lugar sobre un espacio rectangular, con espectadores enfrentados, y con dos grandes portones acristalados a ambos lados de estos y dos cuadros de Spranger a cada lado de las puertas (imaginativa escenografía de Antonio Marín), con una sugerente luz de Pedro Yagüe y un elegante vestuario de Lupe Valero que remite a distintas épocas.
Amores y equívocos
La fábula gira en torno a dos parejas de enamorados, Doña Leonor y Don Carlos, y Doña Ana y Don Juan que, por una u otra razón no consiguen estar juntos. Las múltiples vicisitudes que concurren en su pasión por encontrarse les llevan a la ciudad de Toledo, que es donde se desarrolla la acción de la comedia. En Toledo, sin embargo, Doña Ana cree enamorarse de Don Carlos, quien no le corresponde pues sigue enamorado de Doña Leonor, a quien, a su vez, pretende Don Pedro, hermano de Doña Ana.
Doña Ana se entera de que Leonor y ella aman al mismo hombre, y poco tiempo después llegan a su casa, huyendo de la justicia, Don Carlos y su criado Castaño. Los enredos se multiplican aún más cuando Celia, la criada de Doña Ana, aloja en la misma casa a Don Juan, que ama locamente a Doña Ana. La confusión de personajes, que deben moverse con agilidad en la penumbra o en la oscuridad, llega al punto de que Castaño tiene que disfrazarse con los ropajes de Doña Leonor ("… de vuelta y media / he de poner a este tonto", se dice Castaño a sí mismo cuando ve que el hecho va a confundir a Don Pedro…).
La pelea a espada con que comienza la comedia imprime carácter al montaje primorosamente dirigido por Gamboa y Cáceres que borda en escena el elenco de la Joven. De ahí en adelante, el espectador saltará de sorpresa en sorpresa hasta el final de la hora y media, aproximada, de duración en donde los equívocos, los lances de amor, la inteligencia de las mujeres por arrimar el agua a su molino y el desparpajo de los criados (divertidísimo el travestismo de Castaño…) por ayudar a sus amos o, más bien, ayudarse a sí mismos, aceleraran aún más el ritmo endiablado del montaje.
La escritora más importante del barroco hispanoamericano, como califica Pepa Gamboa a Sor Juana Inés de la Cruz, no ha podido entrar con mejor pie a la sede de la CNTC porque esta versión -estoy seguro de ello- incitará a muchos espectadores a adentrarse en el resto de la obra de la singular autora mexicana.
'Los empeños de una casa'
Autora: Sor Juana Inés de la Cruz
Versión: Antonio Álamo
Dirección: Pepa Gamboa / Yayo Cáceres
Reparto:
Don Rodrigo: Daniel Alonso de Santos
Hernando: Marçal Bayona
Doña Ana: Georgina de Yebra
Doña Celia: Silvana Navas
Embozado. Criado. Poeta: José Fernández
Doña Leonor: Cristina Arias
Don Carlos: David Soto Giganto
Castaño: Kev de la Rosa
Don Juan: Miguel Ángel Amor
Don Pedro: Pablo Béjar
Escenografía: Antonio Marín
Iluminación: Pedro Yagüe
Vestuario: Lupe Valero
Asesor de verso: Vicente Fuentes
Teatro de La Comedia, Madrid
Hasta el 25 de marzo de 2018